Manuel Fuertes, Director General de la Oxford University Innovation ha sido el precursor y financiador del proyecto de un grupo de científicos españoles.
Fotocopiar células con la rapidez y la facilidad con que se puede fotocopiar un libro. Esto es lo que permitirá hacer el Aglaris Facer 1.0, la primera máquina en el mundo que consigue la producción totalmente automatizada de células. Este proyecto supone un salto definitivo para la ciencia y la ...
Fotocopiar células con la rapidez y la facilidad con que se puede fotocopiar un libro. Esto es lo que permitirá hacer el Aglaris Facer 1.0, la primera máquina en el mundo que consigue la producción totalmente automatizada de células. Este proyecto supone un salto definitivo para la ciencia y la investigación al permitir la creación standarizada de células y ha sido fruto del talento 100% español. La idea ha surgido de tres científicos españoles Miquel Costa, David Horna y Manuel Ángel González, y ha podido convertirse en una realidad gracias al asesoramiento de Manuel Fuertes, Director General de la Oxford University Innovation en España y gracias también a la financiación de Kiatt, empresa a través de la que Manuel Fuertes realiza operaciones de transferencia científica y de CRB inverbio II que financió la compañía a partir de diciembre de 2015.
Como suele ocurrir en la mayoría de los grandes descubrimientos, el nacimiento de FACER surge de una situación peculiar. David Horna, Doctor en Ingeniería Química, se encontraba realizando una beca en un laboratorio bajo la supervisión de Manuel Ángel González y, como suele ocurrir, parte de su trabajo era de lo más rutinario y aburrido: la multiplicación celular. Hoy en día hace falta lo que se conoce como ‘sala limpia’ para la multiplicación de células, un laboratorio en el que manualmente uno o varios profesionales tienen que gestionar un proceso meticuloso, lento, y sometido a muchos riesgos que pueden provocar que el proceso sea exitoso o haya que repetirlo.
Fue mientras realizada esta fatigosa tarea cuando David Horna se empleó en buscar una solución para que ese trabajo rutinario e ingrato se hiciera de forma automatizada, sin riesgos de contaminación y rápida. Su vinculación con Miquel Costa y algunos años de investigación hicieron el resto para lo que hoy ya es un prototipo que están probando ya varios centros de investigación.
Pero aún faltaba un tercer elemento no menos importante, David, Miquel y Manuel ya tenían desarrollada la teoría, pero necesitaban ayuda para materializar sus investigaciones. Aquí juega un papel fundamental Manuel Fuertes, Director General de la Oxford University Innovation y experto en transferir hallazgos científicos a la sociedad convirtiéndolos en productos o servicios que beneficien a la población. Manuel Fuertes fue la persona que vio las posibilidades de desarrollo de las investigaciones de David, Miquel y Manuel y apostó en 2013 asesorando en el plan de negocio y financiando el proceso de trasvase de la idea al prototipo. Así nació Aglaris Cell, la empresa de David, Miquel y Manuel que servirá para la producción del biorreactor celular que estará a la venta a mediados de 2018.
Posteriormente, en 2015, se incorporaría al proyecto Aglaris el fondo de capital riesgo Cross Road Biotech que aporta el músculo financiero necesario para la nueva etapa de validación, internacionalización, producción y comercialización del biorreactor.
Aglaris Facer supondrá para el mundo de la investigación “algo similar a lo que supuso la invención de la imprenta, supondrá un revulsivo para diferentes áreas de la investigación con células que a partir de ahora crecerá de forma exponencial”, según explica Miquel Costa.
En el ámbito de la investigación con células madre permitirá agilizar y mejorar los procesos de ensayo de diferentes terapias porque se podrán generar células de manera fácil, rápida y de calidad. Hasta ahora, la generación manual de las células influía mucho en el éxito de las investigaciones ya que, si las células utilizadas no tenían la calidad suficiente, el resultado también podía estar afectado. Gracias a FACER, ese problema no existirá porque los investigadores tendrán a su disposición una gran cantidad de células con la calidad suficiente para evitar cualquier interferencia en el resultado de las investigaciones. Esta posibilidad abre una puerta de oportunidad para todas aquellas investigaciones con células que hoy por hoy se están desarrollando, multiplicando y agilizando su realización, asegura Miquel Costa, quién apunta a los centros de investigación y los hospitales como los clientes potenciales más interesados en su innovación.
Para los hospitales el Aglaris Facer permitirá al equipo médico disponer de células de forma rápida y segura para tratar enfermedades que hasta hoy no tienen cura. Una máquina que no ocupa mucho más que una fotocopiadora tradicional sustituye por tanto a todo un laboratorio e instalaciones de no menos de 1 millón de euros y un proceso cargado de complicaciones.
Esta estandarización en la producción de células impactará también en la generación de fármacos adaptados a las necesidades de cada paciente y de cada dolencia de una forma rápida y sin los elevados costes que se precisan ahora mismo. Aglaris está produciendo en estos momentos 5 prototipos que se pondrán a disposición de clientes para ajustar todos aquellos aspectos de mejora antes de iniciar su producción masiva y puesta en mercado a mediados de 2018. El precio de venta de Facer rondará los 300.000 euros.