“Las nuevas tecnologías que se desarrollan en el sector sanitario conllevan una responsabilidad de creación de valor público. Nuestros estudios demuestran que hoy en día los países se desarrollan en los ámbitos de estado, mercado y de participación ciudadana, y se trata de tres factores que van ligados. Al contrario de la idea que se tiene, mercado y estado no están enfrentados en el ámbito del desarrollo. La cooperación público-privada, con el objetivo final de mejorar el servicio para el ciudadano, es y será necesaria, especialmente en el ámbito de la salud” ha declarado Mónica Reig, directora asociada de ESADEgov y directora del programa Partners, durante la jornada “Formas disruptivas de innovar en salud” en el marco del VI Foro de Asociados Colaboradores de la Unió y organizado por Programa Partners, una iniciativa del Centro de Gobernanza Pública, ESADEgov, dedicada a la investigación, el desarrollo y la difusión de conocimiento en materia de cooperación público-privada.

Medicina en la era de las redes sociales

“Actualmente, el medio preferencial para informarse sobre temas de salud ya es Internet, en un 65%” ha declarado Óscar Pierre, consejero de RTVE y presidente de Business Aggity, quien ha destacado que “si los pacientes están digitalizados, también los médicos han de tener esa cultura digital”. En este sentido, Pierre ha presentado la herramienta “Social Business” que une, en una única aplicación, servicios como mensajería instantánea o streaming de vídeo para los miembros de una organización médica. Esta aplicación, que ya se usa en México, permite a los pacientes comunicarse con los médicos mediante la mensajería instantánea, entre otros usos. “Actualmente, el 50% de médicos adscritos a centros que han implantado la herramienta, ha acepado utilizar mensajería instantánea a través de la aplicación."

La privacidad, un factor clave

“Necesitamos garantizar la seguridad y la confidencialidad”. En este sentido, Pierre ha planteado como necesario el desarrollo de “aplicaciones propias como ‘social business’ que permitan a los médicos y a los pacientes tener el control sobre sus datos”, puesto que los servicios habituales de mensajería instantánea no garantizan esa privacidad.

En esta línea, Pablo García, responsable comercial y preventa de ‎Serban Biometrics, ha presentado las innovaciones que la compañía está llevando a cabo en el ámbito de la firma biométrica, o firma manuscrita digitalizada, “que no solo elimina la necesidad de imprimir un papel para firmar un documento sino que, al contrario que la firma digital con certificado, identifica rasgos que permiten autentificar la firma e incrementar, de este modo, la seguridad”. García también ha expuesto otras innovaciones que la compañía está desarrollando en esta línea, como el reconocimiento facial y de iris, tecnologías que permiten garantizar el acceso seguro a información o a espacios.

Las ventajas de la digitalización de los servicios de emergencias médicas

Por su parte, Raimon Dalmau, director del Área de Organización y Sistemas de Información del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) del Servicio Catalán de la Salud ha presentado el plan de digitalización de las hojas asistenciales que están llevando a cabo en el ámbito de las emergencias médicas. “Cada año emitimos unas 900.000 hojas asistenciales que, en papel y apiladas una encima de la otra, equivalen a 135 metros de altitud y, además, no facilitan el acceso a la información”.

Actualmente, se está digitalizando este proceso mediante la utilización de tablets en las ambulancias y servicios de emergencias médicas móviles: “ya recibimos unos 2000 informes digitales al día en Barcelona y se prevé que el sistema se amplíe a toda la comunidad autónoma al final del verano”. Dalmau también ha destacado que “se está trabajando para que los datos que generan los sistemas integrados a las ambulancias puedan quedar reflejados en estos informes y que estos datos puedan llegar al hospital incluso antes que los pacientes”. Acerca de la posible integración de drones en las emergencias médicas, ha destacado que “no es ciencia ficción. Esta integración puede ser real, pero necesitamos que la legislación nos acompañe. Habrá que cambiar el protocolo”.