El repunte de casos de sarampión en Europa ha generado una alerta de la OMS, que los considera preocupante, y constituye un problema de salud a nivel mundial. Según cifras de la OMS, en el año 2015 hubo 134.200 muertes por esta enfermedad en todo el mundo. Afortunadamente, la vacunación ...
El repunte de casos de sarampión en Europa ha generado una alerta de la OMS, que los considera preocupante, y constituye un problema de salud a nivel mundial. Según cifras de la OMS, en el año 2015 hubo 134.200 muertes por esta enfermedad en todo el mundo. Afortunadamente, la vacunación ha reducido la mortalidad mundial en un 79% entre el año 2000 y el 2015, lo que convierte a esta vacuna en una de las mejores inversiones en salud pública. Es por eso que se ha creado un Plan Estratégico Mundial contra el Sarampión y la Rubéola para el periodo 2012-2020. El objetivo para el año 2020 es lograr la eliminación del sarampión y la rubéola como mínimo en cinco regiones de la OMS.
Aunque esta enfermedad es poco frecuente en nuestro medio gracias a las coberturas vacunales alcanzadas, desde hace unos años venimos padeciendo brotes periódicos de la misma, esto sucede cuando la cobertura por vacunación baja del 95% recomendado por la OMS. En estos momentos vivimos un llamativo aumento de casos en Europa. En España, los brotes se suceden desde hace unos años.
Este año, en Cataluña se han confirmado 41 casos desde Enero, siendo el primer caso importado. También destaca que un 20% de los casos no había recibido ninguna dosis de vacuna, mientas que un 41% de los afectados desconocía su estado vacunal. Además, en los últimos brotes el personal sanitario ha tenido un papel relevante en la transmisión de los mismos, el 24% de los casos del brote en Cataluña del año 2014 sucedieron por contagio de los propios sanitarios.
"El sarampión está producido por virus del genero Morbillivirus, es una enfermedad muy contagiosa, de manera que cada enfermo puede contagiar hasta 15-20 personas a su alrededor", afirma Belén Aguirrezabalaga, responsable del Grupo de Vacunas de la SEPEAP. La contagiosidad se inicia un promedio de 5 dias antes de la aparición del exantema y se mantiene 5 días después del mismo. El contagio se produce a través de la tos y estornudos del paciente. El tiempo medio de su incubación es de unos 10-12 días.
Los primeros síntomas suelen aparecer 10 días después del contagio y la manifestación en la piel, 14 días después del mismo. El curso de la enfermedad presenta unas fases clínicas muy bien definidas: incubación, fase prodrómica (fase catarral con la facies sarampionosa y las manchas de Koplik), fase exantemática (maculopapuloso de tipo centrífugo) y fase de declinación (descamación cutánea). Las complicaciones son más frecuentes en niños menores de 5 años y adultos mayores de 20 años. Las más graves son la ceguera, la encefalitis y la neumonía.
La vacuna contra el sarampión está incluida en la Triple vírica (sarampión, parotiditis, rubeola); en nuestro medio los niños reciben dos dosis a lo largo de la infancia, actualmente en calendario vacunal a los 12 meses y 3-4 años.