Canon ha colaborado con los servicios de Neurocirugía y de Rehabilitación del Hospital Clínico San Carlos de Madrid para llevar a cabo proyectos audiovisuales que mejoren la recuperación de los pacientes. Las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina se han convertido en una herramienta útil en el campo de la rehabilitación ...
Canon ha colaborado con los servicios de Neurocirugía y de Rehabilitación del Hospital Clínico San Carlos de Madrid para llevar a cabo proyectos audiovisuales que mejoren la recuperación de los pacientes.
Las nuevas tecnologías aplicadas a la medicina se han convertido en una herramienta útil en el campo de la rehabilitación neurológica. Estas herramientas son especialmente relevantes para los pacientes de tumores cerebrales que en ocasiones sufren disfunciones que afectan a su calidad de vida tras las intervenciones quirúrgicas. Dependiendo de la localización de dichos tumores, las personas intervenidas pueden tener alteraciones del lenguaje, afectación de la memoria, déficit de visión, parálisis de un lado del cuerpo o pérdida de sensibilidad de una o varias extremidades, entre otros déficits. Por este motivo el Servicio de Neurocirugía y rehabilitación del Hospital Clínico San Carlos, junto con el apoyo de Canon, ha implantado el uso de diversas técnicas audiovisuales para mejorar tanto la recuperación como la atención psicooncológica a los afectados.
"En disfunciones del habla (afasias), las imágenes en movimiento pueden ayudar al paciente a imaginar una escena concreta y, así, entrenar estrategias para resolver situaciones cotidianas complicadas. Además, pueden servir para presentar al paciente determinados contextos y repasar visual y semánticamente elementos típicos de cada uno (jardinería, escuela, playa, etc)", explica la doctora en Neurociencias del Hospital San Carlos, Cristina Nombela.
"En cuanto al sonido, todo aquello que tenga que ver con estímulos auditivos emitidos por aparatos de alta calidad, como los que permiten los proyectores de Canon, contribuye a la facilitación de la escucha y ensayo de los fonemas que el paciente es incapaz de pronunciar o que no recuerda", matiza la doctora.
Las imágenes en movimiento también se pueden usar para la recuperación motora de los pacientes, con el fin de que vuelvan a andar o mover alguna extremidad. "Se pueden establecer las secuencias de los movimientos que se deben seguir para la consecución de determinados objetivos, como subir escaleras, abrir puertas o ver cómo se usa una llave", añade. Además, la proyección de imágenes que facilitan equipos como los de Canon facilita la rehabilitación cognitiva: "Las lesiones en el lóbulo parietal pueden verse beneficiadas por el visionado de imágenes en movimiento de los diferentes lados de cualquier objeto o superficie (ej.: cubos, edificios, etc.), además de para re-educar los conceptos relacionados con las distancias de otros objetos en movimiento".
Imágenes y sonidos para despertar los recuerdos
Las películas o proyecciones de imágenes también pueden ayudar a pacientes con tumores cerebrales a estimular su memoria emocional, cuando se han producido lagunas o bloqueos asociados a estrés postraumático. "Rememorar de la forma más fiel posible la situación que generó el recuerdo (positivo o negativo) es esencial para trabajar sobre él. Tanto imágenes como sonidos son de gran importancia para conseguir la "implicación" del paciente en la escena de su recuerdo. Las imágenes y sonidos de alta calidad pueden ser determinantes para el éxito del tratamiento", comenta la Dra. Nombela.
Por otra parte, el cine puede suponer una vía de escape para estos pacientes, que pasan muchas horas encerradas en sus habitaciones, espacios reducidos en los que tienen que adaptarse a otras costumbres y rutinas. "Tu espacio se transforma, entras dentro de una rutina de hospital en la que la incertidumbre es protagonista; parte de tu identidad personal queda reducida a ser paciente; pérdida de intimidad y privacidad; pérdida de control sobre tus actividades diarias y pérdida de independencia", relata Sonia Rozas, psicooncóloga de la Fundación de Investigación del mismo Hospital. "Para minimizar dichas sensaciones se puede refocalizar la atención, redirigirla a espacios donde los pensamientos anteriores queden en segundo plano. Promover la visualización de películas, previamente seleccionadas en función del paciente, podría disminuir esas sensaciones negativas", sugiere Rozas.
Pero las tecnologías audiovisuales no son útiles únicamente para el tratamiento post quirúrgico, sino que pueden ayudar en el preoperatorio. Antes de las operaciones para extirpar tumores cerebrales, equipos como un proyector pueden tener una importancia sustancial para ayudar al paciente a relajarse, ayudando a los enfermos a superar los momentos de estrés que se producen en las cirugías. "Es importante llevar la imagen fuera del hospital, a un espacio donde se sienta tranquilo, seguro y relajado. La opción de poder introducir aquí el elementos multimedia suponen un paso hacia delante en esta técnica, promoviendo mayores niveles de emociones positivas y ayudando a las indicaciones del psicooncólogo en dicha visualización positiva", aclara la psicóloga.