La OCU recuerda que los alimentos sin gluten sólo están recomendados para quienes sean intolerantes a esta proteína y alerta de que cada vez más personas retiran este tipo de alimentos de sus dietas con el objetivo de perder peso. La eliminación del gluten en la dieta no está justificada ...
La OCU recuerda que los alimentos sin gluten sólo están recomendados para quienes sean intolerantes a esta proteína y alerta de que cada vez más personas retiran este tipo de alimentos de sus dietas con el objetivo de perder peso. La eliminación del gluten en la dieta no está justificada en personas tolerantes a este compuesto, ya que los alimentos que contienen esta proteína tienen beneficios sobre la salud de aquellos no intolerantes. "Consumir cereales con gluten nos aporta vitaminas y minerales, energía y nos ayudan a equilibrar el azúcar en sangre, además de ser bajos en grasa", comenta Natalia Galán, nutricionista de Blua de Sanitas.
En este sentido, un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha establecido una relación entre las dietas libres de gluten y un aumento en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, la forma más común de esta patología. Más de 400 millones de personas en el mundo padecen este tipo de diabetes. Se estima que el número de afectados en 2040 ascienda a 642 millones.
Por su parte, desde la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) se ha alertado de que el autodiagnóstico de la intolerancia a la lactosa puede ser perjudicial para la salud. "Si dejamos de consumir lácteos es posible que disminuyamos la cantidad de lactasa, la enzima encargada de digerirlos, y si queremos introducir de nuevo alimentos ricos en lactosa, los vamos a tolerar peor", comenta la especialista de Blua.
La importancia de un diagnóstico y tratamiento médicos
Las intolerancias alimentarias pueden aparecer en cualquier etapa de la vida. Es importante detectarlas a tiempo para llevar a cabo un tratamiento, por lo que es fundamental acudir al especialista para que este realice un diagnóstico apropiado y detalle el tratamiento.
Según la Asociación de Intolerantes a la Lactosa de España, en la actualidad entre dos y cuatro de cada diez españoles sufren una intolerancia a la lactosa, el 10% es sensible al gluten y 1 de cada 100 es intolerante a esta glicoproteína. Sin embargo, cada vez son más las personas en nuestro país que dejan de consumir alimentos con gluten o lactosa bajo la creencia de ser intolerantes sin diagnóstico médico, cuando en realidad el problema podría ser otro.
Según Natalia Galán, "en las consultas encuentro cada día más personas que evitan ingerir, por decisión propia, ciertos alimentos creyendo que no los toleran bien. Aunque después de esta medida sientan cierta mejoría en sus síntomas, como el vientre menos hinchado o menos cansancio, es recomendable acudir al nutricionista porque podemos llegar a producir un desequilibrio en nuestra dieta y, con ello, ser más propensos a padecer complicaciones en nuestra salud".
Detrás de este aumento de autodiagnóstico de intolerancias alimentarias se encuentran un mayor consumo de medicamentos, altos niveles de estrés, un excesivo consumo de alimentos procesados y condiciones medioambientales perjudiciales como la contaminación o el consumo de metales pesados. "Estos factores influyen en una cierta sensación de malestar que hay quien confunde con intolerancias", afirma Natalia Galán.