Un estudio reciente del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, liderado por la doctora Ana Belén Crujeiras, ha demostrado que la obesidad y la menopausia modifican el perfil epigenómico del cáncer de mama. Esta investigación demuestra ...
Un estudio reciente del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, liderado por la doctora Ana Belén Crujeiras, ha demostrado que la obesidad y la menopausia modifican el perfil epigenómico del cáncer de mama. Esta investigación demuestra así la existencia de distintos tipos de cáncer de mama dependiendo de la adiposidad y el estado menopáusico. Además, ha permitido identificar también marcas epigenéticas como posibles biomarcadores de diagnóstico y dianas terapéuticas que permitan la aplicación de una terapia personalizada del cáncer asociado a la obesidad.
Este trabajo es una iniciativa que parte del grupo de investigación dirigido por el Dr. Felipe F. Casanueva y en el que participaron también otros miembros de la red consorciada como el Dr. Francisco Tinahones y el Dr. Manuel Macías del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga; además de investigadores del CIBERonc (Dr. Rafael López y Dr. Díaz-Lagares del CHUS) y del Programa de Epigenética del Cáncer del Instituto de Investigación de Bellvitge que dirige el Dr. Manel Esteller.
Epigenética: el ambiente modifica los genes
Teniendo en cuenta que el exceso de peso es un factor clave de riesgo de cáncer de mama especialmente en mujeres postmenopáusicas y de que, a pesar de las evidencias epidemiológicas, los mecanismos moleculares no se conocen, "nos planteamos la hipótesis de si este efecto de la obesidad podría estar mediada por mecanismos epigenéticos", afirma la Dra. Crujeiras.
"La regulación epigenética es el principal mecanismo por el cual el ambiente puede modificar la expresión génica, el interruptor que va a "encender" o "apagar" los genes, un mecanismo crucial en la carcinogénesis", explica la investigadora del CIBEROBN. Determinados niveles de metilación del ADN se han asociado con un incremento en el riesgo, pobre pronóstico y una disminución en la supervivencia de cáncer.
La obesidad podría contribuir al desarrollo de cáncer de mama favoreciendo cambios epigenéticos que inducen mayor susceptibilidad a padecer la enfermedad. Las modificaciones epigenéticas pueden cambiar en respuesta a un determinado patrón alimentario, fomento de la actividad física o tratamiento para perder peso, por tanto, las marcas epigenéticas asociadas a la obesidad pueden representar dianas terapéuticas para la prevención y el tratamiento personalizado de las enfermedades asociadas a la obesidad como el cáncer de mama.
Muestra y resultados del estudio
En el estudio se incluyeron un primer grupo de 64 mujeres con cáncer de mama (25 normopeso y 39 obesas). Los resultados fueron a continuación validados en un grupo independiente de 81 mujeres con cáncer de mama y 18 mujeres libres de tumor mamario. Las pacientes fueron clasificadas teniendo en cuenta su índice de masa corporal y su estado menopáusico en dos grupos: Grupo de alto riesgo formado por las pacientes obesas postmenopáusicas y normopeso premenopáusicas y el grupo de bajo riesgo formado por las pacientes obesas premenopáusicas y normopeso postmenopáusicas.
Los niveles de metilación del genoma se compararon entre ambos grupos. En este análisis se identificaron 1.287 posiciones en el genoma (sitios CpG) que presentaban una metilación diferente entre ambos grupos con mayor nivel de metilación en el grupo de alto riesgo. Entre los genes asociados con estas posiciones diferencialmente metiladas, se identificaron 14 genes que podrían ser una posible firma epigenética del cáncer de mama asociado a la obesidad y el estado menopáusico, siendo el gen ZNF577 el más relevante.