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El ensayo clínico mantiene su primacía en investigación, a pesar de sus limitaciones

La LXIX jornada Fuinsa ha vivido interesantes controversias sobre la vigencia de los ensayos clínicos destinados a garantizar la evidencia científica de los nuevos medicamentos. En el debate contrastaron sus tesis farmacólogos clínicos y farmacéuticos hospitalarios, frente a los laboratorios y la agencia del medicamento.

15/06/2017

Este jueves, 15 de junio, las farmacéuticas Abbvie, Astra Zeneca, Daiichi-Sankyo y Amgen dieron su apoyo a la LXIX jornada de la Fundación para la Investigación en Salud (Fuinsa) Sobre el tema de la autorización temprana de medicamentos, en el contexto de su evidencia y financiación, se reunieron en la ...

Este jueves, 15 de junio, las farmacéuticas Abbvie, Astra Zeneca, Daiichi-Sankyo y Amgen dieron su apoyo a la LXIX jornada de la Fundación para la Investigación en Salud (Fuinsa) Sobre el tema de la autorización temprana de medicamentos, en el contexto de su evidencia y financiación, se reunieron en la Asociación Madrileña de la Prensa representantes de la industria farmacéutica, la farmacia hospitalaria, la gerencia, la oncología, la hematología y la farmacología clínica, entre otras actividades, y especialidades, para hacer una causa general a los ensayos clínicos y la forma en que informan sobre la eficacia y la seguridad de los nuevos medicamentos.

Pie de foto: Izda a Dcha, Jorge Camarero (CHMP), Alfonso Moreno (Fuinsa), Rosario López (UCM) y Antonio Carcas (HULP)

La encargada de fijar los conceptos básicos para el debate fue la especialista en Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la doctora Rosario López. Al analizar la evidencia científica en la eficacia de los medicamentos, afirmó que toda investigación corre el riesgo de incurrir en sesgos. Sesgos entre los que distinguió los de selección, en el diseño del ensayo; los de información, cuando se seleccionan mal las variables, y la mera confusión, cuando el análisis de la información es equívoco.

Por eso, definió la evidencia científica como el grado de credibilidad de los resultados de investigar, en los que influye el azar, el tamaño muestral y el control de los sesgos citados. Según razonó la catedrática, cada inferencia que pone en relación un tratamiento y el resultado real que consigue, debe ser extrapolable, sin perder de vista que los sesgos se pueden controlar y que el azar es inevitable, aunque se puede medir mediante la probabilidad de error.

Pie de foto: Rosario López (UCM)

En referencia a los ensayos clínicos controlados propiamente dichos, ECC, López consideró que tienen como limitaciones que se ciñen a escenarios ideales y poblaciones de pacientes limitadas, con tiempos de evaluación y seguimiento cortos, además de escasa validez externa, fuera de la concreta muestra de estudio. Sin embargo, y en su descargo, la profesora citó que no son manipulables y que se realizan con independencia de los pronósticos o resultados deseados. Cualidades a las que unen, igualmente, la consistencia interna de los datos, relativos a la población que estudian.

Sobre los ensayos clínicos de medicamentos para oncología, la experta en Bioestadística señaló como variable objetivo el tiempo hasta que sucede algo y no la curación afirmativa o negativa. La información que precisan se ciñe al tiempo que tarda en producirse un evento como, por ejemplo, la progresión de la enfermedad o el fallo del tratamiento, y el estado del paciente hasta que tal evento se produce. Sin embargo, como destacó la profesora, su problema son los datos incompletos o censurados, dentro de una censura que puede ser informativa, con pérdidas de seguimiento, o no informativa. Todo ello enmarcado en un procedimiento metodológico que comprende el análisis de la supervivencia.

Seguidamente, López definió términos esenciales como las curvas de supervivencia y las tasas. Entre las primeras situó la supervivencia global (SG), o Gold Standard, que analiza el tiempo transcurrido hasta el exitus, desglosable entre supervivencia libre de progresión (SLP) de la enfermedad, o tiempo que pasa hasta que falla el tratamiento. En el capítulo de las tasas, López habló de proporciones puntuales, como ocurre con la tasa de respuesta, con reducción del volumen tumoral, o la tasa de supervivencia a un tiempo, sin descartar otras magnitudes, como la calidad de vida o las variables biológicas.

En resumen, la profesora de la UCM, concluyó que es necesario estudiar las curvas de supervivencia, los Hazard Ratios y las medianas de supervivencia, para valorar las diferencias de eficacia en oncología. En cuanto a los procedimientos de autorización acelerada, López explicó que se apoyan en estudios observacionales y vigilancia post comercialización, en lugar de utilizar los ensayos aleatorios controlados (ECC), por lo que no siguen la ortodoxia del gold standard.

Pie de foto: Izda a Dcha, Emili Esteve (Farmaindustria), Antoni Gilabert (Consorci Salud y Social Cataluña), Antonio Herreros (Fuinsa) y José Soto Bonel (Hospital Clínico San Carlos)

Durante el turno del profesor Antonio J. Carcas, farmacólogo clínico del centro ad hoc en el Hospital Universitario La Paz argumentó con distintos estudios las reservas que pueden tenerse a la hora de atribuir evidencia científica a la eficacia de distintos fármacos.

Se extendió especialmente en el caso del fármaco Cyramza (ramucirumab), en combinación con paclitaxel para el tratamiento del cáncer gástrico o de la unión gastroesofágica con progresión tras quimioterapia previa basada en platino y fluoropidimidina. Con la mención a que el estudio Regard le atribuyó sólo 1,4 meses más de supervivencia que al placebo, mientras que el estudio Rainbow sólo le concedió 2,2 meses y ninguna mejora en términos de calidad de vida. Reflexiones que llevaron a opinar al ponente que muchas evidencias atribuidas a algunos fármacos anticancerígenos son endebles porque su aprobación respondió al procedimiento acelerado, se dio demasiado valor a sus variables intermedias o el análisis post comercialización fue discreto o adverso.

En una intervención más favorable para un fármaco oncológico, el doctor Rafael Martínez, hematólogo jefe del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, rompió una lanza en defensa de las evidencias atribuidas a fármacos antineoplásicos. Concretamente, celebró la llegada, en su momento, de Imatinib, terapia que ya ha demostrado ampliamente su buen comportamiento terapéutico en varios tipos de tumores.

Pie de foto: Jorge Camarero (CHMP)

En el capítulo de las autorizaciones aceleradas, explicó su necesidad el representante de la AEMPS en el Comité europeo de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), Jorge Camarero. El mismo, refirió que estas autorizaciones se producen cuando la innovación terapéutica es realmente importante, o cuando se dirige a una carencia manifiesta ante un problema de salud, como pueden ser, por ejemplo, las enfermedades ultra raras. En estos casos, razonó, la evidencia disponible suele situarse en ensayos fases I ó II, con seguimiento de cohortes y un solo brazo. Distinguió Camarero claramente las autorizaciones en circunstancias extraordinarias, de los usos compasivos que se hacen de las moléculas en investigación. En cuanto a ejemplos de trabajos que permiten aprobaciones aceleradas, el funcionario de la AEMPS citó los ensayos Umbrella y Baskett para cáncer de pulmón.

Pie de foto: Antoni Gilabert (Consorci de Salud y Social de Cataluña)

Completaron la jornada el responsable del Consorci de Salud y Social de Cataluña, Antoni Gilabert, el oncólogo Carlos Camps (Hospital General Universitario de Valencia)  y la farmacéutica hospitalaria Esther Ramírez. Mientras que el primero avisó que hay 1.100 ensayos sobre combinaciones de inmuno-oncología, actualmente en curso, el especialista en cáncer calculó que ya sabemos identificar 6 tipos distintos de cáncer de mama, 20 de pulmón y 15 tipos diferentes de tumores colorrectales. Por su parte, la adjunta el servicio de FH del Hospital de la Princesa, consideró que, hasta que haya un "innovómetro" que precise el verdadero valor añadido de cada nuevo medicamentos, habrá que esforzarse mucho para medir los resultados en salud de los fármacos. A ser posible, con registros de pacientes.

Puso el broche final a la jornada el responsable técnico de Farmaindustria, Emili Esteve, quien argumentó con contundencia que las autorizaciones en situaciones especiales y abreviadas son perfectamente ajustadas a la normativa vigente desde hace más de 10 años, con la aquiescencia del CHMP.

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