Bajo el lema "Seis años midiendo los resultados en salud de la Sanidad Privada" se presentó esta mañana el Estudio RESA 2017, la última apuesta por la transparencia del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, Fundación IDIS. Un ejercicio en línea de igualdad con otros observatorios autonómicos, ...
Bajo el lema "Seis años midiendo los resultados en salud de la Sanidad Privada" se presentó esta mañana el Estudio RESA 2017, la última apuesta por la transparencia del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad, Fundación IDIS. Un ejercicio en línea de igualdad con otros observatorios autonómicos, nacionales e internacionales, siendo superior en algunos aspectos a ellos.
Pie de foto: De Izda a Dcha: Dr Manuel Vilches (IDIS), Adolfo Fernández-Valmayor (IDIS) y Nicolás Guerra (Clínicas IMQ)
Según el director general de Clínicas IMQ, Nicolás Guerra, que se encargó de explicar en esta ocasión la metodología del estudio, se confirma que la sanidad privada es transparente, accesible, eficiente, de calidad y generalmente acreditada y certificada.
Como aportó el secretario general de IDIS, Aldolfo Fernández-Valmayor, fue muy positivo contar para el informe con datos de 284 centros, lo que supuso crecer un 70% en participación respecto a la primera edición, que en 2012 contó con 87 centros participantes. Un crecimiento que el directivo de la fundación considero subordinado al hecho de que la sanidad privada en España confirme cada vez más sus niveles de calidad técnica y organizativa.
En su sexta edición, el informe RESA consistió en 61 indicadores, repartidos entre las categorías de eficiencia, accesibilidad, el binomio resolución-calidad y la seguridad de paciente. En 2017, con datos de 2016, el estudio incluye indicadores ampliamente utilizados por los observatorios de la sanidad pública de Madrid y Cataluña. Como prueba de la representatividad de RESA, en esta ocasión supuso el 73% de todas las altas registradas y el 69% de las urgencias del total de las practicadas en la sanidad privada. En otros parámetros, y por delante de algunos otros ejemplos internacionales, destacaron los 3,38 días de estancia media de ingreso en el sector, además de las 8 horas de estancia media pre-quirúrgica y el conjunto de la cirugía ambulatoria, que superó el 55% de todas las intervenciones.
Pie de foto: Dr Manuel Vilches (IDIS)
Estos y otros datos fueron aportados por el doctor Manuel Vilches, director general de IDIS, quien también citó los 28,2 días de demora quirúrgica y la rápida entrega de las pruebas complementarias, que en resonancia magnética, TAC y mamografía apenas tardan 4 días, aunque muchas veces pueden reducirse a 24 horas. Siendo estos datos ejemplo de la agilidad de las prestaciones, a las que el también director de un importante hospital privado añadió datos de calidad y seguridad, relativos a reingresos hospitalarios, urgencias recurrentes y supervivencia más favorables que los habituales en el CatSalut y el SERMAS. Como ocurre en infarto agudo de miocardio, al ofrecer una supervivencia al alta del 94,4%, y del 90,6% en insuficiencia cardíaca y el 86,7% en ictus. Mientras que el indicador de sepsis postquirúrgica, con un 0,36%, se ajustó los datos habituales en las principales redes asistenciales del país.
A lo anterior añadió el doctor Vilches indicadores nuevos como la estancia media ajustada por casuística, observada en 3,38 días durante 2016, con mayor espera en Oncología y lapsos más breves en Traumatología, Urología y Cirugía General. Además del ingreso previo a cirugía con un tiempo medio de 8 horas, inferior al registrado en 2015. Como ejemplo de la eficiencia organizativa, al margen de que un importante número de intervenciones se realicen por la tarde, aspecto que aconseja que los pacientes suelan pernoctar ese día en los hospitales privados. Sin salir de la cirugía, el ponente informó que las intervenciones quirúrgicas, se realizan con 29 días de espera media, una vez indicadas. Al tiempo que en procesos oncológicos detectados en pulmón, mama o colon, esos plazos se agilizan de forma muy considerable.
Precisamente, en relación a la espera entre el diagnóstico de cáncer y su tratamiento, Vilches asignó 10 días para hacer una mamografías, 9 para una resonancia magnética y 6 para un TAC, con 4 días de espera media para la recepción de los informes. Con el factor acelerador de que el 30% de las mamografías y resonancias magnéticas, y el 50 % de los TAC, permiten hacer citaciones en el día.
En cuanto a las citas con especialistas, el director general precisó que no superan las 2 semanas, excepto en Dermatología, donde pueden ascender a los 18 días, Al tiempo que las urgencias son atendidas en una media de 30 minutos, entre el triage (10") y la espera hasta que aparece el médico (20"). Un gran hito, si se tiene en cuenta que el sector atendió en 2016 más de 4 millones de urgencias, un 56% más que en 2015.
Pie de foto: Dr Luis Mayero (IDIS)
Como prosiguió Vilches, la resolución asistencial también mejoró, con un porcentaje de 3,4% en el retorno a urgencias en las 72 horas siguientes al alta, por un mismo diagnóstico. Con reingresos en hospitalización al mes del alta del 3,9%, y reingresos por causas quirúrgicas del 0,9%, a los 7 días. Números todos ellos que, en opinión del doctor Luis Mayero, presidente de IDIS, sirven para compararlos con los observatorios de Madrid y Cataluña, y poder afirmar que la sanidad privada trabaja de manera permanente por la mejora de la calidad y la seguridad del paciente. Algo que ratifiza el 85% de las áreas acreditadas y/o certificadas de los hospitales participantes.
Pie de foto: Dr Luis Mayero (IDIS) y Dr José Javier Castrodeza (MSSSI) (Izda)
La parte institucional del encuentro fue atendida por el secretario general de Sanidad y Consumo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el doctor José Javier Castrodeza. El político ministerial acusó recibo del plan de choque contra las listas de espera, remitido por IDIS, pero no pudo comprometerse a aplicarlo en su totalidad, dado que se trata de un asunto que afecta a los cimientos del SNS y tiene muchas aristas que pulir. No obstante, mostró durante toda su intervención una gran simpatía por el sector privado de la sanidad española, además de reconocer su contribución neta al PIB y su conseguida persecución de la excelencia asistencial.
Este compás de espera del Ministerio encajó difícilmente con el análisis realizado por el secretario general, Fernández-Valmayor, para quien no es aceptable que 615.000 ciudadanos tengar que esperar 115 días de media para operarse, al tiempo que las consultas de especialidades se demoran 60 días para otros 2 millones de personas en el país.