Un estudio publicado en la revista Immunity otorga a los neutrófilos un papel clave en la eficiencia de las terapias dirigidas a los check-points inmunológicos. Sus resultados indican que la señalización por la vía de la quinasa c-Met moviliza a estas células, haciendo que adquieran propiedades inmunosupresoras sobre los linfocitos ...
Un estudio publicado en la revista Immunity otorga a los neutrófilos un papel clave en la eficiencia de las terapias dirigidas a los check-points inmunológicos. Sus resultados indican que la señalización por la vía de la quinasa c-Met moviliza a estas células, haciendo que adquieran propiedades inmunosupresoras sobre los linfocitos T.
Diversos experimentos in vivo pusieron de manifiesto que esta población de neutrófilos c-Met+ inhibe la expansión y la función efectora de los linfocitos en el entorno tumoral. A su vez, la inhibición de c-Met previno la movilización reactiva y el reclutamiento de los neutrófilos al tumor y a los ganglios linfáticos que lo drenan. Según indican los investigadores, en pacientes oncológicos los niveles séricos de HGF, el ligando de c-Met, se correlacionan con un elevado contaje de neutrófilos circulantes y con una respuesta pobre a los inhibidores de los check-points, siendo la prognosis igualmente desfavorable cuando la relación entre neutrófilos y linfocitos es elevada.
Aunque los inhibidores de c-Met ya están siendo desarrollados en oncología, los autores proponen que su uso en combinación con estas inmunoterapias podría ofrecer mayor beneficio del esperado.