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Josep Santacreu (DKV Seguros) presenta el informe "Cambio Climático y Salud"

Ha afirmado que el cambio climático "tiene más efectos sobre la salud de las personas en situación de pobreza, las mujeres y los niños”.

13/11/2017

El consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, ha participado en la presentación del informe "Cambio Climático y Salud", que con el objetivo de demostrar el papel fundamental que el medio ambiente juega en la salud y en la calidad de vida de las personas ha realizado el Observatorio de ...

El consejero delegado de DKV Seguros, Josep Santacreu, ha participado en la presentación del informe "Cambio Climático y Salud", que con el objetivo de demostrar el papel fundamental que el medio ambiente juega en la salud y en la calidad de vida de las personas ha realizado el Observatorio de Salud y Medioambiente del Instituto DKV de la Vida Saludable, en colaboración con ECODES.

El informe explica el impacto del cambio climático en la salud y su relación con la pobreza, la equidad de género y la infancia, abordando sus consecuencias sociales negativas y revisando qué medidas son necesarias para hacer frente a estos impactos, así como qué puede hacer la ciudadanía para formar parte de la solución.

La relación entre el cambio climático y la salud es clara. Las enfermedades que causan mayor número de muertes en el mundo, la neumonía, el infarto cerebral y los problemas cardiovasculares, están directamente relacionadas con efectos ambientales resultantes del cambio climático como son: el aumento de temperaturas agravadas por la alta contaminación y la mala calidad del aire, las olas de calor, la falta de acceso a agua o los eventos climáticos extremos como inundaciones o sequías.

Pobreza y efectos del cambio climático

Hoy en día, más de 700 millones de personas viven en pobreza extrema –con menos de 1,90 dólares al día– y no pueden cubrir sus necesidades básicas relacionadas con la salud, la educación, la alimentación, el acceso al agua, la vivienda y el suministro de energía. Entre ellos, el 75% depende de la agricultura y de la economía rural para sobrevivir, sectores altamente sensibles a los impactos del cambio climático.

Así, la injusticia del cambio climático queda de manifiesto: los que más sufren los impactos del calentamiento global son aquellos que menos han contribuido al problema. Cada año 100 millones de personas son empujadas a una situación de carestía debido al dinero que necesitaron dedicar al cuidado de su salud como consecuencia de los efectos del cambio climático y, según el Banco Mundial, de no tomarse medidas ambiciosas para reducir el cambio climático, 1.025 millones de personas vivirán por debajo del umbral de pobreza en 2030.

Las mujeres, más vulnerables que los hombres

En muchas regiones las mujeres y los hombres no parten de una situación de igualdad y son ellas las que más sufren la marginación económica, social y política: el hecho de que queden excluidas de la toma de decisiones, su limitado acceso a recursos financieros y materiales son dos de las razones que explican están mayor vulnerabilidad de las mujeres al impacto del cambio climático.

En esta línea, se estima que alrededor del 60% de la población con desnutrición y hambruna crónica en el mundo son mujeres y niñas. Si las mujeres que se dedican a la agricultura tuvieran el mismo acceso que los hombres a recursos productivos, el número de personas con hambre podría reducirse entre 100 y 150 millones. Así, de existir equidad de género en el desarrollo, sería más factible combatir el problema de la desnutrición y los daños en la salud que conlleva.

Los menores frente al cambio climático

El cambio climático afecta especialmente a la infancia. Amenaza la supervivencia, el desarrollo, el acceso a la alimentación, a la educación y a la sanidad de niños y niñas a nivel global. Los impactos en su salud son significativos: enfermedades por deshidratación e infección, muerte, hambruna y otros efectos sociales colaterales como el trabajo infantil, la separación familiar, las víctimas de conflictos y del tráfico y la trata de personas, o la reducción de las horas de escolarización.

En el mundo hay 150 millones de menores que viven en condiciones de sequía extrema y 500 millones en zonas de riesgo de inundaciones extremas. Por otra parte, 4 de cada 5 enfermedades, lesiones y muertes atribuibles al cambio climático son sufridas por menores. Las razones detrás de esta vulnerabilidad tienen que ver con su menor desarrollo biológico, mayor consumo energético y metabólico, y su ausencia en la toma de decisiones.

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