Los resultados de un ensayo clínico en pacientes con esclerosis múltiple recidivante-remitente indican que la administración prolongada de fingolimod (Gilenya) detiene la atrofia en la materia gris del córtex cerebral. En la evaluación por resonancia magnética de las fracciones del parénquima y de la materia gris cortical, esta última mostró ...
Los resultados de un ensayo clínico en pacientes con esclerosis múltiple recidivante-remitente indican que la administración prolongada de fingolimod (Gilenya) detiene la atrofia en la materia gris del córtex cerebral. En la evaluación por resonancia magnética de las fracciones del parénquima y de la materia gris cortical, esta última mostró una reducción sólo en los pacientes no tratados.
Además de preservar esta fracción, el tratamiento redujo el volumen de las lesiones en la ponderación T2, así como el de las captadoras de gadolinio. En los pacientes no tratados este último tipo de lesiones también se redujo, si bien sólo durante el segundo año de seguimiento. Los autores indican que el volumen tisular es un parámetro menos susceptible a modificaciones por factores externos, tales como la inflamación, y que la evaluación del grado de atrofia de la materia gris puede ayudar a predecir la aparición de ciertas discapacidades y síntomas asociados a la enfermedad.
El estudio apoya, además, la hipótesis de que fingolimod actúa selectivamente a nivel de la materia gris, al tiempo que arroja nueva luz sobre la patofisiología de la enfermedad, de la que tradicionalmente se creía que sólo afectaba a la materia blanca.