Las transfusiones de sangre son uno de los procedimientos más utilizados en la medicina moderna. Sin embargo, no siempre son imprescindibles, y a veces se hace un uso abusivo de ellos. Esto no solo representa un gasto de miles de millones de euros al año y una mala utilización de ...
Las transfusiones de sangre son uno de los procedimientos más utilizados en la medicina moderna. Sin embargo, no siempre son imprescindibles, y a veces se hace un uso abusivo de ellos. Esto no solo representa un gasto de miles de millones de euros al año y una mala utilización de un bien escaso que se obtiene a partir de la donación altruista de la población, sino que también –y sobre todo– incrementa las complicaciones que pueden sufrir los pacientes y alarga los tiempos de recuperación. Es por eso que en los últimos años se ha buscado la forma de racionalizar su utilización sin que esto suponga nunca un perjuicio para el paciente.
Así nació el Patient Blood Management (PBM), un programa cuyo objetivo es mejorar los resultados clínicos reduciendo o eliminando la necesidad de transfusiones de sangre. De esta forma se busca mejorar la salud de los pacientes y sus cuidados, al tiempo que se preserva un bien social como es la sangre. Paralelamente, esta estrategia ha demostrado su capacidad de reducir costes. Para valorar el grado de madurez de este programa en los hospitales que lo aplican nació hace tres años el Maturity Assessment Patient Blood Management (MAPBM), cuyos resultados se han hecho públicos recientemente.
En ellos, el Centro Médico Teknon ha sido uno de los más destacados: ha obtenido los mejores resultados en cuanto a estructura y destaca sobre todo en la organización del Centro y sus protocolos, así como en la formación tanto de profesionales como de los pacientes mismos. Este buen resultado se debe a que Teknon es pionera en el Estado en la aplicación de este innovador concepto de medicina, y es el único centro que ofrece un servicio transversal en medicina y cirugía sin sangre capaz de abordar todas las especialidades medicoquirúrgicas, incluso las de más complejidad, como las cirugías cardíacas, oncológicas y ortopédicas.
Según el Dr. Xavier Soler, Coordinador médico de la Unidad de Medicina y Cirugía Sin Sangre y Responsable de la Unidad de Medicina Intensiva de Centro Médico Teknon, "nuestro bajo índice transfusional en procesos quirúrgicos complejos se logra detectando y tratando muy precozmente la anemia en los pacientes que van a ser intervenidos, y aplicando procesos intraoperatorios de recuperación sanguínea, de minimización del sangrado intrahospitalario y con el tratamiento de la anemia postoperatoria, lo que facilita la recuperación del paciente y disminuye los requerimientos transfusionales".
Numerosos estudios científicos demuestran que los pacientes transfundidos tienen una peor evolución postoperatoria y una mayor mortalidad. Los datos que se han obtenido en este MAPBM así lo demuestran, y señalan también que aquellos enfermos que reciben una transfusión tienen una estancia hospitalaria media más larga que los que no. También hay datos que demuestran que la incidencia de complicaciones en los pacientes transfundidos es mayor. De esta forma, los pacientes que se han sometido a una intervención de cadera y que han sido transfundidos tienen un incremento de las complicaciones de un 13%, y los de válvulas cardíacas, de un 19%. Pero es que en los casos de una operación de rodilla, estas complicaciones se incrementan en hasta un 41%, y los de fractura de fémur, en un 69%.
Los datos que ha obtenido este último año el Centro Médico Teknon lo sitúan entre uno de los hospitales de referencia por lo que se refiere a la reducción del número de transfusiones en diversos procedimientos quirúrgicos. Destaca principalmente en las prótesis de cadera, en que solo un 5% de los pacientes ha necesitado una transfusión, frente al 20,3% del promedio nacional. Mucho más significativas son todavía las intervenciones de válvulas cardíacas (con menos de un 12%, frente al 60,2% del promedio) o de las fracturas de fémur (con menos de un 9%, ante el 48,8% del promedio). También es de señalar la reducción en las prótesis de rodilla, en que menos de un 5% ha necesitado una transfusión, frente al 12,7% del promedio.