Carlos Crespo es jefe del servicio de farmacia del Complejo Hospitalario de Pontevedra, que atiende a una población de 300.000 habitantes que pertenece a una de las siete áreas sanitarias, la de Pontevedra-O Salnés, en las que está dividida Galicia. "Somos un hospital de los que podemos llamar de tercer nivel de referencia de área sanitaria y nuestro servicio tiene unas potencialidades de referencia a nivel nacional como la preparación de medicamentos individualizados", explica Crespo, que también es subdirector de gestión en el Complejo Hospitalario de Orense y jefe del servicio de Ordenación Farmacéutica de Servicio Gallego de Salud (Sergas).

Crespo recuerda que hace dos años, en desarrollo de la ley de 2012, se editaba la guía de buenas prácticas de preparación de medicamentos, que recogía que los servicios de farmacia hospitalaria "son claves y responsables ya no solo de la preparación de medicamentos en el propio servicio, sino también en todas las unidades hospitalarias". El servicio que dirige, en este sentido, ha desarrollado de manera muy importante este aspecto desde que Crespo pasó a dirigirlo en 2013. "La unidad de preparación de medicamentos es el eje principal de nuestro servicio de farmacia", asegura.

En ella, se realiza la preparación, el seguimiento y el control de la calidad de las preparaciones medicamentosas para los pacientes que lo requieran, tanto los ingresados como los ambulatorios y los de los hospitales de día. Y, de hecho, "la reorganización de las consultas externas hospitalarias de atención a pacientes crónicos complejos con medicamentos de alto impacto" también ha sido clave para que el servicio de farmacia del área de Pontevedra marque el camino.

 Atención descentralizada

Crespo enumera a los pacientes de esclerosis múltiple, VIH, hepatitis C, enfermedades inflamatorias sistémicas, tanto dermatológicas como la psoriasis y reumatológicas como la artritis reumatoide, la espondilitis o la artritis idiopática juvenil, y las enfermedades inflamatorias infectivas como la de Crohn o la colitis ulcerosa. "Además, hemos configurado una unidad de consultas externas en la que se ha descentralizado la atención y se han creado consultas tanto en el área sanitaria de Pontevedra como en la del Salnés", indica, explicando que de esta manera se acerca esta prestación a pacientes del hospital comarcal que tenían que acercarse al de referencia para el seguimiento y el tratamiento farmacéuticos.

"Con ello, se ha conseguido descentralizar la atención y acercarla a los pacientes dándoles así una mayor preponderancia con un seguimiento más fácil y cercano para cada uno de ellos. Esta es una de las situaciones que se han logrado optimizar en la gestión de los tratamientos de los pacientes externos", explica Crespo, que también se muestra orgulloso de que se haya conseguido la certificación de calidad ISO 9001 en todo el servicio, tanto de los procesos intrahospitalarios como de los extrahospitalarios en los tres hospitales que configuran el área sanitaria.

Investigación

"Estamos muy orgullosos porque conseguir una certificación en tres centros no es fácil y además con todos los procesos, no solo en los de atención directa, sino también en los de docencia e investigación", valora, haciendo hincapié en que se ha conseguido crear una unidad de investigación "que nos está empezando a ayudar también a generar mayor demanda por parte de los servicios clínicos para realizar ensayos clínicos propios y la preparación de medicamentos". Además, el servicio de farmacia se hace cargo de toda la responsabilidad de los productos sanitarios de todo el área y "es una de las situaciones de las que nos sentimos también orgullosos porque incorporamos el conocimiento y la profesionalidad del servicio".

Un servicio que está formado por 13 farmacéuticos staff y cuatro residentes, uno por año, así como por 20 técnicos de farmacia, cuatro enfermeros y personal subalterno y administrativo. "Es un servicio de área de dispensación de medicamentos tanto a 38 centros de Atención Primaria como a seis centros de asistencia social que atienden a 800 pacientes, que también están integrados en la atención de nuestra unidad", resume Crespo, que añade que dos de los farmacéuticos trabajan en programas de investigación propia de farmacia clínica en colaboración con la Fundación Biomédica Galicia Sur.

Crecimiento exponencial

Un servicio, además, que es la mejor prueba del crecimiento exponencial de la farmacia hospitalaria en los últimos años. Un crecimiento que Crespo atribuye precisamente a la atención a pacientes con patologías crónicas que están a tratamiento con medicamentos que requieren de un especial control hospitalario. "Son los pacientes externos y a los que se atiende en los hospitales de día", recuerda, y tienen diversas y variadas patologías, algunas incluso de las consideradas raras.

Crespo menciona la oncología médica y la oncohematología; los medicamentos biológicos para el tratamiento de enfermedades inflamatorias sistémicas como psoriasis, la artritis psoriásica; enfermedades reumatológicas como la artritis remautoide, la espondilitis anquilosante, o la artritis idiopática juvenil; enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, "y muchas de las patologías de reposición enzimática y otras raras en las que se necesitan tratamientos de preparación y control del servicio de farmacia hospitalaria para su atención en los hospitales de día".

De estas últimas pone como ejemplo las enfermedades de Fabry y de Gaucher, "que no tiene una incidencia muy elevada pero sí una prevalencia importante en la población, sobre todo en estas áreas". Asimismo, explica que la farmacia hospitalaria también presta una especial dedicación a los tratamientos de esclerosis múltiple, de pacientes con VIH y a "lo que, desde hace unos años, se conoce como el boom de la estrategia terapéutica del sistema nacional de salud", dice, refiriéndose a los pacientes con hepatitis C.

El impulso de la hepatitis C

"Su atención ha supuesto una alta especialización y un elevado control infeccioso. Los pacientes de esta enfermedad crónica que hasta ahora no tenía tratamiento, que llegaban a derivar hacia una posible situación de trasplante o cáncer hepático, ahora al menos ya tienen una tasa de curación muy importante con los últimos tratamientos que se han comercializado", considera.

"El boom de la farmacia hospitalaria se debe fundamentalmente a este tipo de tratamientos de pacientes que están en el circuito del hospital, de los especialistas hospitalarios y de la propia farmacia hospitalaria más que de aquellos que se controlan en el centro hospitalario pero se administran en las farmacias comunitarias a nivel domiciliario. El boom se debe a esta especialización para patologías de elevado impacto económico", matiza.

Ello ha dado lugar a que, en los últimos años y de manera paralela, se haya ido tendiendo a la especialización y al acercamiento del farmacéutico a los equipos multidisciplinares de atención a la salud. "El farmacéutico se incorpora al tratamiento compartido con los equipos de oncología médica y oncohematología, de aparato digestivo y enfermedades inflamatorias o de enfermedades del aparato digestivo y de medicina interna para el control de la hepatitis C", enumera Crespo, que también menciona los equipos de VIH, de neurología para el tratamiento de la esclerosis múltiple y de las unidades de críticos.

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