Un estudio dirigido por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center ha puesto de manifiesto que la combinación formada por un inhibidor del check-point inmunológico PD-L1 y el agente anti-angiogéncio bevacizumab debería ser considerada como opción de primera línea en el tratamiento del carcinoma renal metastásico. Esta combinación fue más eficaz ...
Un estudio dirigido por investigadores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center ha puesto de manifiesto que la combinación formada por un inhibidor del check-point inmunológico PD-L1 y el agente anti-angiogéncio bevacizumab debería ser considerada como opción de primera línea en el tratamiento del carcinoma renal metastásico.
Esta combinación fue más eficaz que la terapia dirigida de referencia con sunitinib, retrasando en casi 3 meses el crecimiento tumoral. Robert Motzer, director del estudio, afirma que los efectos adversos de la terapia de combinación fueron menos severos que los observados con sunitinib. Dada la relativa facilidad de administración de los dos agentes biológicos, Motzer opina que ésta debería convertirse en terapia habitual para tratar la enfermedad. El beneficio estuvo circunscrito a los pacientes cuyos tumores expresaban PD-L1, la diana de atezolizumab. En este grupo la probabilidad de progresión también se redujo un 26%.
La superioridad de los agentes dirigidos a los check-points inmunológicos frente a sunitinib ha sido recientemente demostrada en el ensayo de fase III CkeckMate 214, en el que la combinación de ipilimumab y nivolumab redujo el riesgo de muerte un 32% y ofreció mayor beneficio a pacientes de riesgo alto e intermedio.