Mantener una adecuada hidratación a través de hábitos saludables es fundamental, ya que las personas ancianas son una población vulnerable con respecto al balance hídrico. Apenas un 25% cumple con la de ingesta diaria.
El European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana y sus efectos para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y cognitivo recuerda la importancia de mantener una correcta hidratación durante todo el año y recomienda tomar especial precaución en el caso de personas mayores. Con la edad, el cuerpo pierde ...
El European Hydration Institute (EHI), fundación que promueve la hidratación humana y sus efectos para la salud, el bienestar y el rendimiento físico y cognitivo recuerda la importancia de mantener una correcta hidratación durante todo el año y recomienda tomar especial precaución en el caso de personas mayores. Con la edad, el cuerpo pierde la capacidad de detectar la sed y por lo tanto de mantener una adecuada hidratación. Al llegar a la edad de 60 años, el problema empeora a medida que se envejece, es por ello que este sector es especialmente vulnerable y debe anticiparse a las necesidades de su cuerpo y no siempre esperar a tener sed para beber algo.
Las necesidades de hidratación de las personas mayores son similares que en el resto de adultos mayores de 19 años: la ingesta adecuada está entre los 2.5 L en hombres y 2.0 L en mujeres, pero los cambios propios de la edad, y determinadas medicaciones pueden conllevar a que se aumente el riesgo y disminuya el balance hídrico saludable pudiendo tener serias consecuencias en la salud. Es vital asegurar una adecuada hidratación recurriendo a la variedad de bebidas.
Nuevos datos del estudio `El consumo diario de bebidas en personas mayores en España´ desarrollado por la INEF, la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Islas Baleares y CIBERobn muestra que a la hora de evaluar los hábitos en la ingesta de líquidos en ancianos que viven solos, casi apenas un 25% cumple con ingesta adecuada para su dieta. Las comidas también juegan un papel muy importante a la hora de estimular la sed. Entre el 20%-30% del líquido que necesitamos proviene de los alimentos que comemos, y entre un 70%-80% de las bebidas de todo tipo.