Un novedoso método permite el cultivo y manipulación de una población muy poco frecuente en el músculo.
Las células madre musculares, denominadas células satélite (CS), pueden yacer inactivas durante décadas en las fibras musculares y ser activadas para reparar un daño en ese tejido, proceso en el cual son imprescindibles. Las distrofias musculares, como la de Duchenne (DD), se caracterizan por el agotamiento de la reserva de ...
Las células madre musculares, denominadas células satélite (CS), pueden yacer inactivas durante décadas en las fibras musculares y ser activadas para reparar un daño en ese tejido, proceso en el cual son imprescindibles. Las distrofias musculares, como la de Duchenne (DD), se caracterizan por el agotamiento de la reserva de CS, lo que resulta en la degradación continuada del músculo. Los intentos de restablecer el metabolismo del músculo en la DD mediante trasplante de células satélite o con células con potencial para regenerarlo han fracasado.
Ahora, investigadores alemanes han desarrollado un método de cultivo que permite la expansión de CS humanas a un número entre 20 y 50 veces superior al original, sin necesidad de un laborioso proceso de aislamiento. Con este nuevo método las CS son cultivadas junto con fibras musculares, las cuales proporcionan el microambiente apropiado. Tan sólo unas pocas CS dieron lugar a miles de mioblastos que, tras desarrollarse completamente, se integraron en los haces musculares. Los investigadores utilizaron tejido muscular obtenido de biopsias de pacientes de entre 20 y 80 años de edad. Tras varias semanas de cultivo y trasplante en ratones irradiados sin capacidad de regenerar el músculo, se consiguió la regeneración muscular.
Cabe resaltar que el número de CS presente en cada biopsia fue independiente de la edad del donante. El trasplante de músculo aisladamente no puede curar enfermedades genéticas como la DD. Sin embrago, mediante terapia génica, es posible introducir una versión sana del gen defectuoso en las CS. Con ello se abre la posibilidad de utilizar células propias del paciente con fines terapéuticos, aunque sólo mediante aplicación local. Todavía está por determinar si esta técnica puede ser aplicada en músculos humanos que, debido a la enfermedad, pueden presentar particularidades que no se observan en los de ratón.