En el entorno del Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO 2014), que se está celebrando hasta hoy en Madrid, se avisó ayer de que están creciendo en España los casos de de tumores escamosos de cabeza y cuello producidos por el virus del papiloma humano (VPH).
En una rueda de prensa para abordar algunos de los avances que se están conociendo en el Congreso, Juan José Grau, miembro del comité científico de cáncer de cabeza y cuello de ESMO 2014 y oncólogo del Hospital Clínic de Barcelona, alertó de que, “en España, los tumores escamosos de ...
En una rueda de prensa para abordar algunos de los avances que se están conociendo en el Congreso, Juan José Grau, miembro del comité científico de cáncer de cabeza y cuello de ESMO 2014 y oncólogo del Hospital Clínic de Barcelona, alertó de que, “en España, los tumores escamosos de cabeza y cuello producidos por el VPH representan el 6-10% del total, pero esta epidemia ya es un hecho en EE UU y en el norte de Europa. Por lo que en cinco o diez años más de la mitad de los tumores de este tipo serán por este virus”. Aclaró que los cánceres que antes eran producidos sobre todo por tabaco y alcohol ahora lo son por este virus en un 70% en EE UU. “Esto está viniendo a Europa. En Dinamarca, ya el 60% de los casos es producido por el VPH, por contagio sexual”, declaró. En nuestro país, el porcentaje aún es bajo, pero, enfatizó, “está cambiando y se espera que aumente”.
En ese sentido, uno de los aspectos más novedosos del cáncer de cabeza y cuello no tiene que ver con su tratamiento, sino con su epidemiología. De ser un tumor asociado al consumo de tabaco y alcohol, está pasando a estar producido por el VPH, con el consiguiente cambio en pronóstico y respuesta a tratamientos. “Responde mejor al tratamiento y tiene menos mutaciones que cuando es producido por alcohol y tabaco”, informó Grau. Algo que se está analizando es si responden a inhibidores de la proteína del factor de crecimiento epidérmico EGFR, que son fármacos más selectivos y menos tóxicos que la quimioterapia, y si tienen un origen vírico. “Ahora tenemos dos grandes grupos: losVPH positivos y negativos. Sabemos que responden distinto al tratamiento, pero todavía utilizamos los mismos tratamientos para todos. Se investiga si podrían diferenciarse”, apuntó Grau. En el Congreso también se han presentado resultados con vacunas terapéuticas para los tumores causados por el VPH. “Las vacunas terapéuticas son anticuerpos monoclonales dirigidos contra alguna proteína mutada que causa la proliferación del cáncer. Podría llegar a ser una vía que funcione”, expresó. Afatinib es un nuevo fármaco multidiana que bloquea varias dianas en distintos niveles, aumentando su potencia inhibidora del cáncer. Es eficaz tanto en VPH positivo como negativo, y también en los que ya no responden a cetuximab. Según Grau, “se postula como el siguiente fármaco para incorporar al arsenal terapéutico del cáncer de cabeza y cuello”.
Por otro lado, Andrés Poveda, presidente del comité científico de ESMO de cánceres ginecológicos y responsable del Área Clínica de Oncología Ginecológica de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, recordó que el lema de este Congreso es Medicina de precisión. “Es la posibilidad cada vez más de dar tratamientos a la carta”, aseveró. Así, en tumores ginecológicos, la biología molecular ha sido clave para mejorar el tratamiento. “Hemos podido conocer dónde falla la célula, identificar esas dianas y tratar de actuar específicamente sobre ellas”, resumió. La reciente publicación del Atlas del Genoma del Cáncer de Ovario y de endometrio va a ser fundamental para dar a las pacientes tratamientos “más específicos y menos tóxicos”. Asimismo, aseguró que “el cáncer de ovario es un concepto que va a perderse”, ya que los trastornos moleculares que se producen son comunes a diferentes tumores. “Hasta ahora, los hemos clasificados por el origen anatómico. Entonces, se clasificaran por las características comunes de los tumores”, dijo.
También participaron en la rueda de prensa David Olmos, miembro del comité científico de cáncer de próstata de ESMO 2014 e investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y el doctor Ramón Salazar, del Instituto Catalán de Oncología. “La medicina de precisión está empezando también en cáncer de próstata”, señaló el primero. En los últimos diez años se han logrado tres cambios fundamentales en la forma de tratar esta enfermedad: en 2004 se aprobó la primera quimioterapia que aumenta la supervivencia en cáncer de próstata –tradicionalmente, se había considerado una enfermedad resistente a la quimioterapia–; en 2010 se presentó en el congreso de ESMO de Milán la primera terapia dirigida –contra la síntesis de andrógenos– para cáncer de próstata, abiraterona –fármaco al que seguiría posteriormente, enzalutamida–; y ahora en este ESMO 2014, se ha presentado el ensayo CHAARTED, que demuestra que añadir desde el principio quimioterapia a la enfermedad muy agresiva de debut –con metástasis– aumenta la supervivencia –hasta ahora se les daba sólo tratamiento hormonal–. “Este estudio cambia el concepto de que en estos pacientes no había que darles tratamiento agresivo desde el principio”, subrayó Olmos.
Por su parte, Salazar explicó que, en cáncer de colon, la medicina de precisión va unida al nombre de un gen: K-ras. Su determinación ha permitido saber si los pacientes iban o no a responder a los tratamientos dirigidos contra la vía EGFR. “El 60% de los pacientes con cáncer de colon no tiene esta mutación y, por tanto, responde a los tratamientos anti EGFR, como panitumumab y cetuximab”, expuso. En ESMO 2014 se han presentado los resultados del análisis de extensión del estudio CALGB/SWOG 80405, que determinará si ampliando el análisis del K-ras al gen Ras completo mejora la eficacia del brazo de tratamiento con anti-EGFR, al seleccionarse mejor los pacientes, tal y como se ha observado en otros ensayos clínicos fase III de primera línea recientes como el PRIME, FIRE3 o Crystal.