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Generan organoides humanos para estudiar las enfermedades gastrointestinales

Trasplantados en ratones, son plenamente funcionales y ofrecen un modelo sin precedentes para el ensayo de estrategias terapéuticas, incluyendo el reemplazo de las áreas disfuncionales del tracto digestivo mediante bioingeniería de tejidos.

31/10/2014

Partiendo de un cultivo de células madre pluripotentes inducidas (iPSC), Investigadores del Children’s Hospital de Cincinnati han conseguido generar organoides intestinales histológicamente comparables al tejido intestinal humano. Cultivadas en un cocktail de factores de diferenciación y trasplantadas en un área irrigada de la cápsula renal de ratones, las iPSC dan ...

Partiendo de un cultivo de células madre pluripotentes inducidas (iPSC), Investigadores del Children’s Hospital de Cincinnati han conseguido generar organoides intestinales histológicamente comparables al tejido intestinal humano. Cultivadas en un cocktail de factores de diferenciación y trasplantadas en un área irrigada de la cápsula renal de ratones, las iPSC dan lugar a un tejido maduro que contiene un epitelio mucoso con todos los tipos celulares característicos del intestino, que se renueva, exhibe capacidad de absorción y digestión y que se acompaña de las capas musculares características del órgano. El procedimiento supone un gran salto adelante en el campo de la medicina regenerativa, ya que proporciona una nueva opción para estudiar patologías gastrointestinales como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y el cáncer y sienta las bases para conseguir el objetivo a largo de plazo de reemplazar el tejido dañado por tejido sano. Una de las ventajas de la utilización de iPSC reside en la utilización de células del propio paciente, lo que elimina la necesidad de tratamientos largos, costosos y arriesgados dirigidos a evitar el rechazo inmunológico.

Los investigadores advierten, no obstante, que todavía transcurrirán años antes de que el trasplante de tejido se convierta en práctica clínica habitual. La utilidad inmediata de este procedimiento está en la agilización del desarrollo farmacéutico, que actualmente es lento debido a la necesidad de comprobar el efecto de potenciales nuevos fármacos en modelos animales, un proceso que dura años y que no siempre lleva a la validación farmacológica en humanos debido a las diferencias patofisiológicas entre éstos y los animales. Con este nuevo procedimiento será posible ensayar potenciales fármacos directamente en tejido humano, lo que permitirá la identificación de candidatos terapéuticos con mayor rapidez y fiabilidad.

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