Durante la infección posibilita la producción de un número de proteínas mayor del que se conocía e indica que la complejidad del virus es mayor de la que se suponía.
Científicos norteamericanos han aplicado la técnica conocida como secuenciación profunda para investigar los procesos de replicación y transcripción durante el ciclo vital de los filovirus Ébola y Marburg. Como resultado, han identificado regiones en los ARN de ambos virus donde la polimerasa encargada de su síntesis añade nucleótidos adicionales. El ...
Científicos norteamericanos han aplicado la técnica conocida como secuenciación profunda para investigar los procesos de replicación y transcripción durante el ciclo vital de los filovirus Ébola y Marburg. Como resultado, han identificado regiones en los ARN de ambos virus donde la polimerasa encargada de su síntesis añade nucleótidos adicionales. El estudio halló características nuevas en un lugar de edición previamente descrito en el ARN que codifica la glucoproteína de la cápside viral del Ébola, así como eventos de edición génica menos frecuentes en otros ARNs de los dos virus. En una zona del ARN de la glucoproteína, común a las 20 cepas del Zaire de las que se dispone de información genética completa, se identificó un lugar con elevada frecuencia de inserciones. Además de encontrarse altamente conservados en las diferentes cepas que han dado lugar a los actuales brotes, estos lugares de edición no canónica presentan un 97% de coincidencia con cepas aisladas en el año 1976. La persistencia de estos lugares de edición sugiere que pueden conferir algún tipo de ventaja adaptativa. Aunque estos mecanismos permiten la síntesis de proteínas nuevas, todavía está por clarificar si su expresión puede hacer variar la virulencia de las infecciones, principalmente porque todavía se desconocen muchos aspectos de la replicación del virus. Sin embargo, su sola existencia sugiere un potencial mecanismo de adaptación que debe ser considerado en el diseño de futuras terapias.