El programa permite a personas con diabetes un mejor control de su estado de salud y comunicación con los profesionales sanitarios.
Un total de 3.071 pacientes andaluces con diabetes participan en el proyecto europeo PALANTE (Patients Leading and Managing their healthcare through e-Health), coordinado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y que tiene por objetivo que los pacientes asuman el control de su propio cuidado sanitario mediante la ...
Un total de 3.071 pacientes andaluces con diabetes participan en el proyecto europeo PALANTE (Patients Leading and Managing their healthcare through e-Health), coordinado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y que tiene por objetivo que los pacientes asuman el control de su propio cuidado sanitario mediante la telemedicina.
Este proyecto se desarrolla en varias regiones europeas, y en el caso de Andalucía se centra en personas con diabetes, con 3.071 pacientes registrados, de los que 2.631 provienen de atención primaria y 440 de hospitales. Por provincias, Cádiz, con 793 pacientes, y Sevilla, con 524, concentran el 42% del total, incorporándose cada vez más pacientes de otras provincias andaluzas. En cuanto al número de profesionales implicados en este proyecto de telemedicina, entre atención primaria y hospitalaria suman 2.364, pertenecientes a 301 unidades de gestión clínica.
Los pacientes que participan en PALANTE acceden al servicio en ‘Clic Salud’, a través de la oficina virtual de la página web de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, donde registran sus datos de glucemia capilar, su peso, su tensión arterial y su actividad física. A través de esta aplicación pueden seguir su tratamiento farmacológico, obtener material educativo relacionado con la diabetes y plantear consultas para que los profesionales de su centro puedan responderlas. Todos estos datos quedan integrados en la historia de salud digital única de cada usuario.
El proyecto ‘PALANTE’, a través de la aplicación que lo sustenta, persigue un control y seguimiento exhaustivo de las personas con diabetes, una mayor comunicación entre paciente y profesional, la reducción del número de visitas tanto a centros de atención primaria como a hospitales, la disminución del número de ingresos hospitalarios y la obtención de una respuesta más rápida del profesional sanitario al usuario. También supone para la sanidad pública andaluza la optimización de recursos y la mejora de la calidad de la asistencia a personas con diabetes.