El dispositivo Barostim Neo ayuda a preservar el funcionamiento del riñón en pacientes con enfermedad renal crónica e hipertensión resistente a los tratamientos convencionales.
Un estudio piloto realizado en la Universidad Georg-August de Goettingen ha mostrado que la terapia de activación del baroreflejo reduce de manera significativa la proteinuria, la albuminuria y los niveles de creatinina sérica en la insuficiencia renal. El beneficio fue más pronunciado en los pacientes con enfermedad renal crónica (CKD) ...
Un estudio piloto realizado en la Universidad Georg-August de Goettingen ha mostrado que la terapia de activación del baroreflejo reduce de manera significativa la proteinuria, la albuminuria y los niveles de creatinina sérica en la insuficiencia renal. El beneficio fue más pronunciado en los pacientes con enfermedad renal crónica (CKD) en estadios III y IV, comparado con los de estadio I y II. En pacientes control no se observaron cambios en la proteinuria, albuminuria, presión arterial o número de fármacos antihipertensivos necesarios para el control de la presión y en cambio sí un empeoramiento de la tasa de filtración glomerular. El dispositivo utilizado, Barostim Neo, está provisto de un electrodo suturado directamente sobre el seno de la carótida y un generador de pulsos eléctricos implantado en posición infraclavicular mediante un procedimiento mínimamente invasivo.
De los 23 pacientes incluidos en el ensayo, 15 presentaban CKD de grado mayor o igual a 3, incluyendo uno con enfermedad renal terminal y otro trasplantado, y todos estaban tomando una media de 6 fármacos antihipertensivos al inicio del estudio. El uso de Barostim durante 6 meses también redujo significativamente la presión sistólica y diastólica y el número de antihipertensivos. Sólo 4 pacientes no respondieron a Barostim.
Este el primer estudio prospectivo de baroestimulación en pacientes con CKD. Sus resultados son esperanzadores porque el tratamiento de la hipertensión resistente es difícil. Casi el 40% de los pacientes con CKD tienen descontrolada su presión arterial, un porcentaje que se eleva al 80% en los casos con macroalbuminuria. La mayoría de estos pacientes requieren no menos de 4 fármacos antihipertensivos diarios. Dado que el grado de proteinuria predice el desenlace de la CKD, su reducción debe ser el objetivo principal de toda terapia. En este estudio, la mediana de reducción fue del 29,2% en los pacientes en las fases más avanzadas de la enfermedad, lo que se asoció a una estabilización de la misma.