Publicidad
Publicidad

Nueva aplicación médica de los nanotubos de carbono

Son superiores a los electrodos en la estimulación cerebral profunda y en la lectura de señales de redes neuronales.

06/04/2015

Debido a su capacidad de transmitir bidireccionalmente, los nanotubos de carbono (NCs) ofrecen gran promesa en el tratamiento de pacientes con enfermedades neurológicas. Además de suministrar un estímulo, monitorizan en tiempo real las respuestas neuronales en áreas que controlan el movimiento, el estado de ánimo y las funciones corporales. Científicos ...

Debido a su capacidad de transmitir bidireccionalmente, los nanotubos de carbono (NCs) ofrecen gran promesa en el tratamiento de pacientes con enfermedades neurológicas. Además de suministrar un estímulo, monitorizan en tiempo real las respuestas neuronales en áreas que controlan el movimiento, el estado de ánimo y las funciones corporales. Científicos de la Universidad de Rice han demostrado que estas fibras biocompatibles son candidatos ideales para la fabricación de electrodos pequeños y seguros, que podrían reemplazar a los actualmente usados en la estimulación cerebral de los pacientes con enfermedad de Parkinson (EP), distonia o depresión.

Las fibras, creadas en el laboratorio de Matteo Pasquali, consisten en largos haces de NCs, originalmente ideadas para la industria aeroespacial por su resistencia, conductividad, bajo peso y consistencia, similar a la de la seda, lo que facilita la función de interfaz con la actividad eléctrica del cerebro. Como indica Caleb Kemere, profesor asistente en Rice, este órgano no interacciona bien con electrodos metálicos rígidos. Experimentos en un modelo animal de EP han mostrado que los electrodos basados en fibras de NCs son tan estables y eficientes como los convencionales de platino, con sólo una fracción del tamaño. El grado de inflamación inducido por las fibras en el tejido cerebral fue mínimo, circunstancia que contribuye al mantenimiento de la conexión eléctrica con las neuronas, ya que evita la formación de tejido de cicatrización y encapsulamiento en el punto de inserción.

El extremo de la fibra tiene el diámetro aproximado de una neurona, mientras que el resto de la fibra va encapsulada en un polímero flexible y biocompatible con excelentes propiedades aislantes. Las fibras podrían ser utilizadas para construir dispositivos terapéuticos autoregulables para la EP. A diferencia de los actuales, que estimulan el tejido de manera permanente e independientemente de su respuesta, aquéllos podrían adaptar el grado de estimulación a las necesidades del área cerebral en la que se encuentran, en tiempo real.

Publicidad
Publicidad