Un modelo animal demuestra que el consumo excesivo de arginina por las células inmunitarias que protegen el cerebro se asocia al progreso de la enfermedad.
Estudios recientes han demostrado una fuerte asociación entre la alteración de la respuesta inmune en el cerebro y la progresión de la enfermedad de Alzheimer (AD). Sin embargo, el mecanismo subyacente a este vínculo es desconocido. En su búsqueda, científicos de diferentes centros de investigación de los EE.UU. han utilizado ...
Estudios recientes han demostrado una fuerte asociación entre la alteración de la respuesta inmune en el cerebro y la progresión de la enfermedad de Alzheimer (AD). Sin embargo, el mecanismo subyacente a este vínculo es desconocido. En su búsqueda, científicos de diferentes centros de investigación de los EE.UU. han utilizado un modelo murino caracterizado por el declive en la producción de óxido nítrico por las células inmunitarias.
Estos ratones exhiben rasgos de la AD humana, tales como deposición amiloide, hiperfosforilación y agregación de la proteína tau, cambios en el comportamiento y una pérdida de neuronas en el hipocampo independiente de la edad. En la comparación de los cambios longitudinales en la inmunidad cerebral frente a la pérdida de neuronas se constató que la patología en estos ratones es promovida por la inmunosupresión local, una observación contraria a la teoría predominante, según la cual, la enfermedad es promovida por factores pro-inflamatorios. Las áreas hipocampales con muerte neuronal presentaban microglia con expresión de CD11c, un indicador de inmunosupresión, y arginasa extracelular, lo que resulta en un aumento del catabolismo de la arginina y en una reducción en los niveles de este aminoácido en el cerebro.
El tratamiento con difluorometil ornitina (DFMO), un inhibidor de la arginasa y de la ornitina decarboxilasa, antes de la aparición de los síntomas redujo el número de microglia CD11c+, la formación de placas amiloides y a pérdida de memoria. Estos resultados sugieren que el bloqueo local de la deprivación de arginina protege de la AD, al menos en ratones, como indica Matthew Kan, uno de los autores del estudio. En su opinión, éste aporta una visión sobre la etiología de la AD que rompe el presente jaque-mate conceptual. James Pickett, director de investigación en la Alzheimer's Society, opina que el estudio, en efecto, añade una nueva perspectiva al entendimiento de la enfermedad y es consistente con los niveles reducidos de arginina tradicionalmente observados en los pacientes con AD.