Directivos de la salud de toda España se están dando cita en Santander con el fin de analizar, debatir y priorizar soluciones para transformar el modelo sanitario hacia una mayor calidad, eficiencia y sostenibilidad, en el marco de las III Jornadas de Gestión Sanitaria que la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), la Fundación SEDISA y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, organizan bajo el lema 18 Ideas transformadoras ante el futuro incierto. Algunas de estas ideas transformadoras giran sobre el cocepto de las nuevas tecnologías. Así, Jaume Raventós, director de eHealth de Telefónica España, apunta que la irrupción de las nuevas tecnologías de la Información y de la comunicación brindan la oportunidad de transformar los procesos asistenciales para mejorar los resultados clínicos y ser más eficientes en los mismos.

Para este experto, los profesionales médicos verán a su alcance la posibilidad de introducir en el seguimiento de sus pacientes herramientas TIC (monitorización, Apps, telerrehabilitación, videoconsultas,..) “con el objetivo de mejorar el estado de salud de esos pacientes y su conocimiento de su propia enfermedad, y con ello, conseguir una mayor eficiencia”. Sin embargo, argumenta que “esa relación entre tecnología y paciente/ciudadano se materializará en función de la decisión del médico por prescribir la tecnología más apropiada en cada momento, en función del tipo de paciente, complejidad, fragilidad, dependencia, y de su enfermedad, o también, para evitar llegar a la misma. Es decir, el uso apropiado de la tecnología es lo que se denomina ‘Prescripción tecnológica’, y requerirá un conocimiento por parte del profesional sobre la mejor indicación de la misma”.

Sobre las tecnologías sanitarias también se posiciona Julio Sánchez Fierro, vicepresidente del Consejo Asesor de Sanidad, que apunta que entre el abanico de posibilidades destacan las que integran la llamada e-salud o salud en la red, por su capacidad transformadora del modo de gestionar el sistema sanitario. “La agilidad en la transmisión de datos y la calidad de la información en la red, son factores que contribuyen de manera poderosa a mejorar la calidad asistencial en beneficio de los pacientes, y a que los servicios sanitarios ganen en eficiencia”, apunta Sánchez Fierro, que considera que los avances que comporta la e-salud hacen posible progresar en la gestión de los recursos disponibles y en la coordinación entre los niveles asistenciales.

Además, agrega que la e-salud “ha de ser concebida como todo un sistema que permita facilitar la movilidad de los pacientes y hacer real la atención integral de estos, así como el seguimiento cercano y en tiempo real de los resultados en salud”, por lo que considera necesario que esté inscrita “desde el primer momento en el proceso de reformas y de modernización del Sistema Nacional de Salud”. En este sentido, agrega que se debe diseñar y poner en práctica una Estrategia de e-salud para el sistema sanitario, “en la que estén y se sientan implicados todos los agentes sanitarios, públicos y privados y, de modo muy especial los profesionales y los directivos”, y aborde temas como la la interoperabilidad y la identificación segura de quienes acceden a la red; la planificación de las inversiones en las TIC, o la evaluación periódica del equipamiento tecnológico disponible.