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Descubren amplias diferencias estacionales en la expresión génica humana

El hallazgo podría explicar porqué algunas enfermedades, como las cardíacas o la artritis reumatoide, empeoran en invierno.

14/05/2015

A pesar de que muchos procesos fisiológicos y patológicos exhiben periodicidad anual, las variaciones estacionales raramente son consideradas como un factor importante en la salud y función de los tejidos humanos. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge ...

A pesar de que muchos procesos fisiológicos y patológicos exhiben periodicidad anual, las variaciones estacionales raramente son consideradas como un factor importante en la salud y función de los tejidos humanos. En un artículo publicado en la revista Nature Communications, un equipo liderado por investigadores de la Universidad de Cambridge muestra que la expresión de casi la cuarta parte de nuestros genes (5,136 de más de 22,000 examinados) difiere a lo largo del año, siendo la expresión de algunos más activa en invierno y la de otros en verano.

La estacionalidad también afecta a las células del sistema inmunitario y a la composición de la sangre y del tejido adiposo. El descubrimiento tuvo lugar de manera casual, al caracterizar el efecto de los genes de susceptibilidad para la diabetes de tipo 1, y subraya la importancia de la estacionalidad en el agravamiento durante el invierno de algunas enfermedades, incluyendo las mentales.

En opinión de John Todd, director del JDRF/Wellcome Trust Diabetes and Inflammation Laboratory, podría tener profundas implicaciones, tanto en el tratamiento como en la planificación de las investigaciones relacionadas con estas patologías. El estudio examinó muestras de sangre y tejido adiposo de más de 16,000 personas en los hemisferios norte y sur, hallando que los genes estacionales presentan un patrón de expresión opuesto en cada hemisferio. Sólo en los islandeses presentaron variaciones estacionales menos acentuadas, efecto que ha sido atribuido a los períodos prolongados de luz y oscuridad durante el verano y el invierno, respectivamente, en ese país.

Una observación de particular interés es la mayor actividad durante el invierno de un conjunto de genes relacionados con la respuesta a la vacunación, lo que ha llevado a sugerir que las vacunaciones en invierno podrían ser más eficaces, debido a que el sistema inmunitario se encuentra preparado para responder mejor en esa estación. 

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