Se trata de una patología que afecta a más del 35% de las mujeres de entre 40 y 45 años, y a más del 70% de las mayores de 45 años.
Ginecólogos expertos en el manejo de los miomas uterinos, reunidos en Barcelona durante una jornada sobre miomas, han coincidido en que el tratamiento prequirúrgico con ESMYA (Acetato de Ulipristal 5 mg) permite a las pacientes llegar en condiciones óptimas a la cirugía. Este fármaco permite controlar rápidamente el sangrado abundante, ...
Ginecólogos expertos en el manejo de los miomas uterinos, reunidos en Barcelona durante una jornada sobre miomas, han coincidido en que el tratamiento prequirúrgico con ESMYA (Acetato de Ulipristal 5 mg) permite a las pacientes llegar en condiciones óptimas a la cirugía. Este fármaco permite controlar rápidamente el sangrado abundante, recuperarles de la anemia y reducir el tamaño del mioma, lo que facilita la técnica quirúrgica y reduce los riesgos. Incluso, en algunas pacientes, como las mujeres perimenopáusicas, dicho tratamiento médico evita la cirugía. Estas son algunas de las conclusiones de la Jornada Nacional de Miomas 2015, organizada por el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital del Mar y auspiciada por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
El objetivo, según ha señalado el director del evento, el doctor Sergio Haimovich, responsable de la Unidad de Histeroscopia del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital del Mar, fue “debatir y consensuar los límites tanto de los tratamientos médicos como de las técnicas quirúrgicas en el abordaje del mioma, y fijar los perfiles de pacientes más adecuados para poder aplicarlos. Se han presentado nuevas técnicas y aparatajes como mini-resectoscopios y morceladores, además de lo más innovador en el tratamiento médico, el Acetato de Ulipristal 5 mg, una molécula que permite controlar la sintomatología de las pacientes y en algunos casos, hasta desaparece la indicación quirúrgica”.
Durante la ponencia “Preparación prequirúrgica del mioma”, el doctor Javier Monleón, de la Unidad de Miomas del Hospital La Fe, hizo hincapié en que “la vía quirúrgica ha sido el gold standard en los miomas, aunque ya existen tratamientos médicos que van a evitar muchas cirugías”. Asimismo, este especialista explicó que hay que diferenciar a las pacientes que van a ser operadas por laparoscopia o laparotomía por vía abdominal, y las que van a ser sometidas a cirugía histeroscópica. En este sentido, según el especialista de La Fe, “ESMYA ha supuesto una revolución porque ha cubierto un campo bastante limitado donde sólo teníamos los análogos de la GnRh, una medicación mal tolerada, problemática con los efectos adversos y que generaba más problemas que beneficios”. Por su parte, el doctor Ignacio Cristóbal, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de La Zarzuela de Madrid, señalo que “el tratamiento médico del mioma es posible, es una realidad cada vez más extendida entre los ginecólogos”, durante el simposio “Tratamiento médico del mioma, ¿realidad o ficción?”, organizado por Gedeon Richter.
Y destacó que los ginecólogos “debemos saber que contamos con un arma terapéutica más, el Acetato de Ulipristal 5 mg, y que lo podemos utilizar de forma complementaria con otras técnicas”. Respecto a las diferentes técnicas existentes, los expertos reunidos en esta jornada debatieron sobre el papel y los límites de técnicas como la resectoscopia, los ultrasonidos guiados por resonancia magnética, el HiFU, la laparoscopia, la morcelación y la vaporización histeroscópica, la embolización de arterias y la miomectomía en consulta. “La resectoscopia es una técnica que lleva haciéndose 20 años y apenas ha avanzado, es más agresiva para la paciente y requiere anestesia, así que se va desechando poco a poco a favor de técnicas menos invasivas. Sin embargo, técnicas como los ultrasonidos o el HiFU son caras pero buenas opciones conservadoras para las mujeres que no quieren pasar por el quirófano”, concluyó el doctor Haimovich. Y puntualizó que técnicas como la embolización de arterias sólo está indicada en mujeres que no quieren tener hijos, mientras que la miomectomía en consulta dependía de factores como la tecnología que se dispone, la habilidad del especialista y la técnica quirúrgica empleada.