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Una de cada cinco personas mayores de 40 años desarrollará insuficiencia cardíaca

Mejorar la calidad de vida de los pacientes, reducir las hospitalizaciones y la tasa de mortalidad es clave para optimizar el manejo de la insuficiencia cardíaca (IC).

26/05/2015

Novartis reunió a especialistas en cardiología de toda España para repasar las últimas novedades en torno a la insuficiencia cardíaca (IC), una enfermedad debilitante y potencialmente mortal en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre al organismo. El encuentro científico ha tenido lugar en la XII Reunión Anual ...

Novartis reunió a especialistas en cardiología de toda España para repasar las últimas novedades en torno a la insuficiencia cardíaca (IC), una enfermedad debilitante y potencialmente mortal en la que el corazón no puede bombear suficiente sangre al organismo. El encuentro científico ha tenido lugar en la XII Reunión Anual de la Sección de Insuficiencia Cardíaca y Trasplante celebrada por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y el Congreso Heart Failure 2015 de la Heart Failure Association of the European Society of Cardiology, celebradas en Sevilla. La IC, una patología que desarrollará una de cada cinco personas mayores de 40 años en algún momento de su vida, causa más muertes que algunos tipos de cáncer avanzados, como el de mama o el de vejiga.

Por ello, los especialistas consideran de vital importancia mantener unos hábitos de vida saludables y controlar los factores de riesgo para prevenir esta enfermedad que padecen más de 26 millones de personas en todo el mundo. Concretamente, en nuestro país la insuficiencia cardíaca es un problema sanitario de primer orden, ya que frente cuenta con una prevalencia del 5%. “Disnea o dificultad para respirar, hinchazón en las extremidades debido a la acumulación de líquidos, fatiga, tos y/o sibilancias, náuseas y aumento de peso debido a la acumulación de líquidos son los principales síntomas de la IC”, ha señalado el presidente de la SEC, jefe de Servicio de Cardiología y Unidad Coronaria del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y catedrático de Cardiología de la Universidad de Santiago de Compostela, el doctor José Ramón González-Juanatey. El especialista destaca que, aparte de detectar las primeras señales de alarma, “es básico prevenir la cardiopatía clínica realizando cambios en el estilo de vida, incorporando el ejercicio a la rutina diaria, abandonando el consumo de tabaco y controlando la presión arterial y la diabetes”.

Por su parte, el doctor Javier Díez, catedrático de Medicina y director científico del CIMA de la Universidad de Navarra, y jefe de Investigación del Departamento de Cardiología y Cirugía Cardíaca de la Clínica Universidad de Navarra, matizó que prevenir la IC es básico para tener una buena calidad de vid. “Esta patología afecta negativamente a los aspectos físico, funcional, emocional y social en los que se basa la valoración de la calidad de vida (CdV) relacionada con la salud, por lo que las personas con IC tienen peor CdV que otras de su misma edad sin esta patología. Más aún, ésta es un predictor de muerte y hospitalización en las personas con IC”. Precisamente mejorar la calidad de vida es uno de los principales objetivos terapéuticos en IC, tal y como remarcó el doctor Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, quien señaló que “mejorar la calidad de vida de estos pacientes y evitar que necesiten una atención médica exagerada, que tengan que ser hospitalizados o que tengan que estar continuamente en consultas médicas para ajustar los tratamientos es primordial”.

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