Los pacientes deben usar el móvil en la oreja opuesta y evitar llevarlo en un bolsillo encima del dispositivo.
Esta es la conclusión de un estudio presentado en un congreso conjunto de Cardiostim y la Asociación Europea de Cardiología. Carsten Lennerz, residente en la Clínica de Enfermedades Circulatorias y Cardíacas de Munich y director del estudio, afirma que los marcapasos interpretan las interferencias electromagnéticas (IEMs) originadas en el móvil ...
Esta es la conclusión de un estudio presentado en un congreso conjunto de Cardiostim y la Asociación Europea de Cardiología. Carsten Lennerz, residente en la Clínica de Enfermedades Circulatorias y Cardíacas de Munich y director del estudio, afirma que los marcapasos interpretan las interferencias electromagnéticas (IEMs) originadas en el móvil como una señal cardíaca y dejan de funcionar momentáneamente. Dado que el ritmo cardíaco del paciente depende del buen funcionamiento del dispositivo, este cese puede causar síncope.
En el caso de los cardioversores desfibriladores implantables (ICDs), las IEMs mimetizan una taquiarritmia ventricular que ocasiona que el ICD suministre una dolorosa descarga eléctrica dirigida a restablecer el ritmo normal. Tanto los productores de marcapasos e ICDs como las agencias reguladoras ya habían recomendado distancias de seguridad de 15 a 20 cm entre estos dispositivos y el teléfono móvil. Sin embargo, la recomendación había sido hecha en base a estudios con los modelos existentes 10 años atrás. El cambio de los estándares de telecomunicaciones de GSM a UMTS y LTE, así como el advenimiento de los ICDs, la terapia de resincronización cardíaca y los dispositivos cardíacos compatibles con los aparatos de resonancia magnética, ha dejado obsoletos los resultados de esos estudios.
En el ensayo actual, 308 portadores de marcapasos o ICDs fueron expuestos a las IEMs procedentes de 3 teléfonos móviles de uso común: Samsung Galaxy 3, Nokia Lumia y HTC One XL, colocados sobre la piel encima del dispositivo cardíaco, y conectados a un sistema que actúa como red de telecomunicaciones. Se reprodujeron todos los pasos que tienen lugar durante una llamada telefónica con los 3 estándares de telecomunicación, a una potencia de transmisión máxima de 50 Hz; una frecuencia conocida por su capacidad de alterar el funcionamiento de los dispositivos cardíacos electrónicos. El examen del electrocardiograma demostró que las fases más vulnerables son la conexión a la red y el establecimiento del tono de llamada, siendo la de conversación la menos crítica. Después de más de 3,400 tests, uno de los pacientes, portador de un dispositivo compatible con resonancia magnética, captó indebidamente IEMs procedentes de los teléfonos Nokia y HTC, operando tanto en GSM como en UMTS.
Lennerzconcluye que, aunque esta interacción indeseada es poco común, ocurre en algunos pacientes y debe motivar la adherencia a las recomendaciones de separación entre ambos tipos de dispositivos.