La vacunación, el consentimiento informado y los Incentivos sobre el cumplimiento del programa de vacunación tanto a profesional sanitario como a grupos de riesgo, son los temas que han tratado César Tolosa  magistrado del Tribunal Supremo y Federico Montalvo, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad Pontificia de Comillas y vicepresidente del Comité de Bioética de España en un encuentro de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

César Tolosa ha afirmado que "los problemas que se plantean desde el punto de vista jurídico son la obligatoriedad o voluntariedad de la vacunación", y que existe "una falta de valentía política para resolverlo". Ha lamentado también que la obligatoriedad de la vacunación no se trate únicamente de un tema técnico y médico sino de"un tema social magnificado por los contrarios a través de los medios de comunicación", y además a su juicio existe "cierta perversión" en el debate sobre los efectos adversos.

Respecto a la admisión de los menores sin vacunar en centros escolares, el magistrado ha recordado que existen sentencias como la de marzo de 2000, por la que a la hora de la matriculación se debe presentar cartilla de vacunación del escolar, o la de La Rioja de 2002 en la que unos padres que sólo defendían la medicina alternativa "no impidió que la administración pudiese adoptar medidas por razones de salud pública".

Por otro lado, ha advertido del contrasentido jurídico que existe sobre obligatoriedad en ciertos puestos profesionales y ha pedido que "el ordenamiento jurídico –algo que ha confesado que le "chirría"- sea congruente". A este respecto, ha recordado la incongruencia que supone que exista entre un 25 y un 30% de médicos y cirujanos sin vacunar que ejerzan delante de pacientes con una operación a corazón abierto, y que los centros especializados en piercing o tatuajes estén obligados a cumplir unas condiciones sanitarias de obligatoriedad de vacunación de Hepatitis B y Tétanos.

Respecto al "consentimiento informado" en la vacunación, César Tolosa ha recordado que el Tribunal Supremo sostiene la tesis de que no es exigible ya que las vacunas generan "pocas contraindicaciones, poco importantes, normales y conocidas", y que sólo se producen por circunstancias específicas del paciente. Por su parte, Federico Montalvo ha lamentado "la irracionalidad de las campañas antivacunas" y ha defendido "una autorresponsabilidad de la sociedad" en la que cabe preguntarse "no sólo qué puede hacer la medicina por mí, sino yo por la medicina".

También ha destacado que "se confunde la ideología con el sentido común" y ha denunciado el vacío legal y la necesidad de una ley al respecto. "El error -ha dicho- es basarlo en el principio de autonomía personal cuando puede afectar a una tercera persona". Asimismo, ha afirmado que el derecho no sólo tiene que resolver conflictos sino que "lleva intrínseco un valor simbólico": el hecho de que no sea una exigencia, no significa que la vacunación no sea necesaria.

A este respecto, ha explicado que "la gente puede creer erróneamente que ya no son necesarias las vacunas porque ya no existen las enfermedades, cuando la realidad es que son las vacunas las responsables de que no aparezca la enfermedad". Y ha añadido que "el mayor enemigo de las vacunas es su propio éxito". Para finalizar ha defendido "la vacunación a menores por decisión de los sanitarios" como protección de la salud pública y "la necesidad de construir un nuevo sistema jurídico a este respecto".