Este año, el Día Internacional de la Radiología se ha centrado en la Radiología Pediátrica, recordando que hay que ser muy selectivos al radiar a los niños, utilizar siempre dispositivos perfectamente calibrados y aplicar la dosis estrictamente necesaria.
Como recordó el vicepresidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), doctor Ángel Gayate Cara, durante la apertura del acto de celebración del Día Internacional de la Radiología (6 de noviembre), ya han pasado 120 años desde que Wilhelm Roentgen descubriera los Rayos X, motivo por el cual las ...
Como recordó el vicepresidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), doctor Ángel Gayate Cara, durante la apertura del acto de celebración del Día Internacional de la Radiología (6 de noviembre), ya han pasado 120 años desde que Wilhelm Roentgen descubriera los Rayos X, motivo por el cual las sociedades americana, europea y española de Radiología decidieron conmemorar todos los años en esta fecha una especialidad responsable actualmente del 80% de las pruebas diagnósticas e infinidad de técnicas terapéuticas.
La doctora Carmina Durán Feliubadaló, radióloga pediátrica del hospital de Sabadell consideró un acierto dedicar la celebración de la Seram a su subespecialidad, la Radiología Pediátrica, que probablemente obtenga la consideración de área de capacitación técnica en la versión definitiva del Decreto de Troncalidad. Así mismo, la doctora explicó que el remotísimo riesgo de que un niño pudiera desarrollar un cáncer en un futuro lejano (riesgo estocástico) por la realización de pruebas con radiaciones ionizantes, obliga a los radiólogos a extremar las precauciones. Este cuidado se aplica tanto a la excelencia del equipo utilizado como a su perfectas condiciones de uso y calibración. Durán recomendó la ecografía y la resonancia magnética, como tecnologías no radiantes más adecuadas para la población infantil. Pero cuando es necesario utilizar la Tomografía Computerizada (TAC) sugirió que se utilice un ambiente no alienante para el niño y que esté decorado preferentemente al estilo de los pequeños. En un contexto así, especificó la doctora, el Hospital San Juan de Dios ha conseguido evitar tener que sedar al 18% de los niños en estas pruebas.
El radiólogo Juan Julián Cuesta López, del Hospital de la Princesa de Madrid, sustituyó a la doctora Verónica Gutiérrez García del mismo centro asistencial. Durante su charla, el médico explicó la baja visibilidad que tienen los radiólogos en la sociedad, fundamentalmente por su actitud en general, un tanto aislacionista y la falta de comunicación con pacientes y compañeros clínicos, todo ello, unido a la presión asistencial y la distancia que interpone la telerradiología. Por ello, el doctor Cuesta estimó que el colectivo profesional debe reforzar su empatía, su escucha atenta y su comunicación verbal con los pacientes, utilizando un lenguaje accesible para ellos y permitiéndoles participar en el proceso de información con preguntas abiertas que inviten a la participación de enfermos y familiares. En cualquier caso, el radiólogo de la Princesa también quiso dar el relieve que merece a una especialidad imprescindible a la hora de detectar y tratar el cáncer u ofrecer, por ejemplo, diagnósticos urgentes en ictus y traumatismos.
Durante su turno de palabra, el radiólogo Ángel Morales Santos fijó los tres fundamentos de la Radioprotección: 1) que la prueba radiológica sea pertinente y necesaria (Justificación), 2) que se haga en las mejores condiciones posibles (Optimización) y 3) que se administre en sus términos más idóneos (Control de la dosis). A ellos añadió las exigencias de la Directiva 2013/59 “Euroton” que exige transparencia y consentimiento informado para los pacientes, además de que, antes del año 2018, todos los centros radiológicos de Europa incorporen las pruebas realizadas a las historias clínicas de los pacientes.
Por otro lado, y como comentó Morales Santos, el encuentro de radiólogos tuvo muy presente el informe de Fenin, Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, en el que daba por hecho hace pocos meses que 1 de cada 4 equipos de diagnóstico, monitorización y terapia en los hospitales españoles está obsoleto. Dicho informe detecta desigualdades en el acceso a la tecnología sanitaria en las distintas autonomías tanto en el parque tecnológico sanitario como en el mantenimiento de los equipos instalados. España es el país con las resonancias magnéticas más anticuadas de Europa, con un tercio de los equipos muy desfasados, contando también 1 de cada 3 de sus ecógrafos con más de 10 años de uso. Razones todas ellas por las que tanto Fenin como la Seram piden un plan de actualización tecnológica del equipamiento que permita un mayor aprovechamiento de los dispositivos y la incorporación de nuevas funcionalidades.
PIE DE FOTO: A la izquierda el doctor Ángel Gayate Cara, vicepresidente de la SERAM, junto a otros dos conocidos radiólogos