Los robots evitan el contacto de los técnicos de farmacia con el fármaco y proporcionan así una mayor eficiencia y seguridad en los procesos.
La incorporación en la Unidad de Farmacia Metropolitana del Instituto Catalán de Oncología (ICO), la farmacia oncológica más grande del sur de Europa, de dos robots de última generación para la preparación de citostáticos que evitan el contacto de los técnicos de farmacia con el fármaco ha permitido reducir errores ...
La incorporación en la Unidad de Farmacia Metropolitana del Instituto Catalán de Oncología (ICO), la farmacia oncológica más grande del sur de Europa, de dos robots de última generación para la preparación de citostáticos que evitan el contacto de los técnicos de farmacia con el fármaco ha permitido reducir errores en la gestión de procesos del paciente oncológico, desde la prescripción hasta la administración de quimioterapia, dotando de una mayor eficiencia y seguridad en todos los subprocesos.
Así lo ha explicado Nuri Quer, jefa de la Unidad de Farmacia Metropolitana del ICO, durante un desayuno con expertos organizado por la compañía Palex Medical, que se ha celebrado en el marco del 60º Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que está teniendo lugar en Valencia. “Estos dos robots de última generación, que incorporan sistemas de seguridad por imagen, nos ayudan a automatizar el proceso de preparación de la quimioterapia. En ellos hemos integrado nuestro sistema informático de gestión de los tratamientos de quimioterapia, Espoq, que tiene volcadas las guías de práctica clínica y controla desde la prescripción a la dispensación y administración, lo que ofrece el máximo nivel de seguridad para el paciente y la trazabilidad de todo el proceso”, ha señalado Quer. Asimismo, la jefa de la Unidad de Farmacia Metropolitana del ICO ha destacado tanto la necesidad de trabajar de forma multidisciplinar con profesionales experimentados en todos los ámbitos, como la formación continuada para garantizar la seguridad de todo el proceso.
Y es que este instituto monográfico de oncología ha situado la seguridad como un tema importante dentro de la estrategia de la organización, tal y como ha reconocido Àngel Vidal, director de Personas y Calidad del ICO. “Disponemos de una unidad funcional de seguridad del paciente que monitoriza actividades que van desde la prevención de errores de medicación, el control de la infección, y las transfusiones sanguíneas y hemoderivados hasta la identificación de pacientes, la prevención de caídas y las úlceras de presión. Y estas actividades son monitorizadas por profesionales que trabajan con procedimientos e indicadores”, ha señalado Vidal. “En fármacos, nos llama la atención lo poco que notifican los médicos y lo mucho que lo hacen las enfermeras cuando los pacientes son sometidos a una cantidad de fármacos que pueden interactuar entre sí”, ha reconocido Vidal.
Asimismo, en la misma línea que Quer, Vidal considera que la introducción de robots de última generación para la preparación de citostáticos garantiza mayor seguridad y dobles controles en el proceso. “Para evitar errores, hay que tener cortafuegos que los robots te proporcionan, pero también los profesionales están obligados a seguir procedimientos. Cada vez los controles son más exhaustivos, pero el proceso tiene que ser fácil para no retrasar la eficiencia”, ha concluido Vidal.