El director de Comunicación  Relaciones Institucionales de Teva, Rafael Borrás, presentó la primera edición de las primeras 11 Iniciativas “Humanizando la Sanidad” para reconocer aquellos proyectos que han sabido ir más allá del abordaje terapéutico hasta hacer del acto asistencial su máxima expresión ética, humana, cercana y emocional. El acto de entrega de las placas concedidas a las acciones más humanas en hospitales tuvo lugar en la madrileña Casa de América, ante las personalidades más relevantes de la escena farmacéutica y sanitaria.

Concretamente, las iniciativas premiadas reconocen la labor desarrollada en hospitales y centros sanitarios españoles que, durante los tratamientos, a través del humor, las actividades lúdicas y la cercanía, facilitan el proceso de la enfermedad a pacientes adultos y, especialmente pediátricos, usando técnicas originales que hacen más llevaderas las pruebas diagnósticas o acompañan al paciente en su tránsito asistencial, desde el afecto y los valores humanos.

De los cientos de proyectos que hay en marcha, los 11 seleccionados supieron ir un poco más, en palabras de Rafael Borrás. Así, se entregó placa conmemorativa a la sala de TAC para Pediatría del Hospital Sant Joan de Déu, decorada como una aventura espacial donde niños y niñas se enfundan un traje espacial y se someten a las pruebas de imagen como si estuvieran en un parque de atracciones, reduciéndose las sedaciones en un 18%. A otros 15 hospitales de distintas CCAA, encabezados por La Paz de Madrid, mediante la entrega de un maletín con la Poción de 6 superhéroes que ayudan a los niños con cáncer a llevar su enfermedad con el mejor de los ánimos. Al proyecto MAKTUB de salas de aislamiento y cromoterapia para trasplantes de médula ósea en niños, dentro del Hospital Niño Jesús de Madrid. “Al jardín de mi Hospi” consistente en aprovechar las azoteas de los hospitales (La Paz, Doce de Octubre y próximamente La Fe de Valencia) para uso y disfrute de los niños pacientes, con setas gigantes, flores, plantas, aire libre y las mejores vistas. Al proyecto “Sin miedo al espejo” en el que el servicio de Dermatología del Hospital Ramón y Cajal realiza talleres de maquillaje para que los pacientes quimioterápicos recuperen el color de sus mejillas y otros pacientes saquen el mejor partido a su piel desde el optimismo y los tonos que les sientan mejor. A los tres centros gerontológicos de Guipúzcoa en el que los mayores re-aprenden a “Vivir como en Casa”, en un entorno sin batas blancas. A la “Terapia de la Sonrisa” de los Payapupas, profesionales de las artes escénicas al servicio de las risas de los niños ingresados o las sonrisas de los pacientes de Salud Mental. A los Campamentos para niños con asma y alergia, que ya llevan 24 ediciones gracias a la iniciativa del equipo de Alergología del Hospital Gregorio Marañón, por los que han pasado hasta la fecha hasta 80 residentes MIR, para aprender de sus pequeños pacientes en un contexto de naturaleza alejado del ambiente a veces poco acogedor de las consultas. A la fundaciones Tejerina, IMO, MD Anderson por ayudar a los pacientes con cáncer a tener “Tu vida en naranja”, mediante talleres de creatividad, cuidado personal y descubrimiento de sensaciones. Al “Virtualrehab” el vídeojuego desarrollado por el Gobierno Vasco para guiar a los pacientes en su rehabilitación por esclerosis múltiple. Y, finalmente, al programa de “Arte-terapia en el final de la vida”, aplicado en la unidad de cuidados paliativos del Hospital Sant Pau de Barcelona.

Acompañaron a los premiados, altas autoridades de las administraciones central y autonómica, además del ámbito hospitalario y asistencial.