Puede ayudar en el diagnóstico y en la estimación de riesgo de progresión a enfermedad de Alzheimer.
Investigadores de la Clínica Mayo han demostrado que el test B-SIT (Brief Smell Identification Test) es útil en la determinación de la capacidad olfativa y que el deterioro de ésta se asocia al deterioro cognitivo leve (MCI) de tipo amnésico (aMCI). El estudio siguió durante 3,5 años a más de ...
Investigadores de la Clínica Mayo han demostrado que el test B-SIT (Brief Smell Identification Test) es útil en la determinación de la capacidad olfativa y que el deterioro de ésta se asocia al deterioro cognitivo leve (MCI) de tipo amnésico (aMCI). El estudio siguió durante 3,5 años a más de 1,400 individuos con una media de edad de 79 años y cognitivamente normales, que fueron sometidos periódicamente al B-SIT, un test olfativo basado en la correcta identificación de olores.
La reducción en el número de respuestas correctas en este test se asoció a la incidencia de aMCI. El riesgo aumentó proporcionalmente con una peor puntuación, siendo éste más de dos veces mayor en el cuartil inferior. La reducción progresiva de la puntuación en el B-SIT también se asoció a mayor probabilidad de que los pacientes con aMCI progresaran a demencia. La capacidad diagnóstica y pronóstica del test mostró ser específica para este subtipo de MCI, ya que no se halló correlación entre la capacidad olfativa y el MCI de tipo no amnésico.
En opinión de Rosebud O. Roberts, primera autora del estudio, los resultados demuestran que el B-SIT puede ser una herramienta clínica útil para el cribado del aMCI. La investigadora añade que el diagnóstico temprano de la pérdida de capacidad olfativa ayudará a establecer estrategias de prevención, a la espera de que estén disponibles nuevos tratamientos.
El test B-SIT puede ser realizado de forma ambulatoria, es barato y no requiere personal especializado. Sin embargo, no se puede establecer un diagnostico fiable basado únicamente en sus resultados, ya que se trata exclusivamente de un marcador de riesgo.