Un grupo de investigadores han desarrollado unas nanopartículas que se inflaman y estallan cuando son expuestas a la luz infrarroja. Estas “nanobombas” podrían vencer la expresión genética de la células cancerosas.
El tipo de agentes que cambian la expresión genética suelen ser formas de ARN (ácido ribonucleico) que presentan muchas dificultades para ser utilizadas como fármacos. Para empezar, se degradan al instante al llegar al torrente sanguíneo. Para este estudio, el objetivo era empaquetar estas formas de ARN en nanopartículas dirigidas ...
El tipo de agentes que cambian la expresión genética suelen ser formas de ARN (ácido ribonucleico) que presentan muchas dificultades para ser utilizadas como fármacos. Para empezar, se degradan al instante al llegar al torrente sanguíneo. Para este estudio, el objetivo era empaquetar estas formas de ARN en nanopartículas dirigidas contra las células cancerosas.
Junto con el principio activo, estas nanopartículas contienen un compuesto químico que se evapora y provoca que se inflamen hasta 3 o 4 veces más su tamaño normal cuando son expuestas a la luz infrarroja. A continuación la “nanobomba” estalla y propaga el ARN en las células.
El principio activo de las nanopartículas es una forma de microARN llamada miR-34a. Esta molécula se escogió debido a que puede reducir la concentración de una proteína crucial para la supervivencia de las células madre cancerosas y puede intervenir en la resistencia frente a la radioterapia y a la quimioterapia.
Las nanopartículas contienen también bicarbonato de amonio que, cerca de una luz infrarroja, se evapora y puede penetrar tejidos hasta 1 centímetro de profundidad. Para tumores más profundos, la luz infrarroja se debe aplicar mediante una intervención mínimamente invasiva.