“El equivalente ósea innovador se crea a partir de polímeros naturales, es decir celulosa. Ya que en el organismo humano no hay celulasa, enzima que ayuda a descomponer la celulosa, el hueso se degrada poco a poco pero tras un tiempo, es absorbido. La celulosa es un componente no citotóxico, ...
“El equivalente ósea innovador se crea a partir de polímeros naturales, es decir celulosa. Ya que en el organismo humano no hay celulasa, enzima que ayuda a descomponer la celulosa, el hueso se degrada poco a poco pero tras un tiempo, es absorbido. La celulosa es un componente no citotóxico, compatible biológicamente que proporciona un entorno amigable para la absorción y multiplicación celular. La porosidad del implante permite la circulación de nutrientes y metabolitos”, afirma el profesor Jolanta Liesienè.
Por lo tanto, el implante óseo Cell’in no podría permanecer en el lugar durante el tiempo suficiente ya que se puede formar una red de vasos sanguíneos y el hueso puede regenerarse en el lugar de la fractura. Sin embargo, con el tiempo si desvanece sin dejar ningún componente tóxico. Es más, la estructura del hueso artificial es compatible totalmente con la morfología del hueso humano.
El implante Cell’in es una solución eficaz para reducir tiempo y gastos frente a los procedimientos de intervención quirúrgica para implantes dentales complejos.