Un ensayo clínico demuestra su seguridad y eficacia en combinación con la radioterapia.
Científicos del Hospital Metodista de Houston han examinado el beneficio de la terapia génica en dos grupos de pacientes con cáncer de próstata que habían sido previamente tratados con radioterapia, con o sin terapia hormonal adicional. El tratamiento se basó en la administración intratumoral del gen del enzima timidina quinasa ...
Científicos del Hospital Metodista de Houston han examinado el beneficio de la terapia génica en dos grupos de pacientes con cáncer de próstata que habían sido previamente tratados con radioterapia, con o sin terapia hormonal adicional. El tratamiento se basó en la administración intratumoral del gen del enzima timidina quinasa (TK) del herpes virus a través de un vector adenoviral. Una vez iniciada la síntesis de la TK, los pacientes recibieron valaciclovir, un antiherpético que destruye las células productoras de TK.
De ahí el nombre de terapia suicida. Como indica E. Brian Butler, uno de los autores del estudio, la destrucción de las células tumorales también alerta al sistema inmunitario, que pasa de estar inactivo a atacar masivamente al tumor. La supervivencia global a los 5 años con esta técnica rondó el 95%, un 20% más que en los estudios clásicos. En más del 90% de los 62 pacientes de las 2 ramas de tratamiento que completaron el estudio no se hallaron signos bioquímicos de recurrencia. A los 24 meses de la finalización del tratamiento aproximadamente el 80% presentó biopsia negativa, un beneficio muy superior al de estudios previos con radioterapia.
Bin Teh, director del estudio, ha enfatizado el valor de estos resultados al remarcar que los pacientes enrolados en este ensayo habían sido calificados de incurables por otros especialistas.