La publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la versión “mala” del real decreto de “prescripción” enfermera ha reafirmado la decisión del máximo órgano representativo, Mesa de la Profesión Enfermera, para seguir con sus movilizaciones y acciones, buscando apoyo en partidos políticos y comunidades autónomas.
Estas fiestas navideñas bien pudiera haberse cambiado el villancico “Noche de Paz, noche de Amor”, por “Noche de Ira, noche de Movilización", al ser la Nochebuena de 2015 el día que entró en vigor el real decreto de “prescripción” enfermera. Según especifica en su disposición final séptima, el Real Decreto ...
Estas fiestas navideñas bien pudiera haberse cambiado el villancico “Noche de Paz, noche de Amor”, por “Noche de Ira, noche de Movilización", al ser la Nochebuena de 2015 el día que entró en vigor el real decreto de “prescripción” enfermera. Según especifica en su disposición final séptima, el Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, la norma es de aplicación desde el 24 de diciembre, fecha inmediatamente posterior a su publicación en el BOE, el pasado miércoles, 23 de diciembre.
La Mesa de la Profesión Enfermera, máximo órgano representativo del colectivo, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el sindicato mayoritario de enfermeras, SATSE, ya venía trabajando contra el real decreto, tal como quedó redactado en el último consejo de ministros (ordinario) de la legislatura, el pasado 23 de octubre. Hasta el momento, la Mesa ha conseguido recabar la simpatía y el apoyo de 12 comunidades autónomas y los principales partidos políticos del próximo parlamento español: PSOE, Ciudadanos, Podemos, PNV, Izquierda Uniday UPyD, sin opción a estar presente este último partido en la futura legislatura todavía no iniciada, por falta de diputados electos. Entre las autonomías que se han mostrado más activas contra el real decreto de prescripción, está el País Vasco, que ya ha anunciado que recurrirá el texto, llevando en estudio la misma medida las Islas Baleares y habiendo solicitado Cantabria un pleno urgente del Consejo Interterritorial del SNS para abordar esta cuestión.
El enfado de los enfermeros gravita fundamentalmente sobre el artículo 3 del real decreto, habiéndose fijado en unos términos que el colectivo profesional rechaza de plano. En el citado punto, se subordina absolutamente la actividad del enfermero a la supervisión del médico que diagnostica y prescribe al paciente. Con esta exigencia, según los presidentes del CGE y SATSE, Máximo González Jurado y Víctor Aznar, se ponen trabas al trabajo cotidiano de los enfermeros y se ignora que estos profesionales llevan ya mucho tiempo haciendo un uso autónomo y racional de determinados medicamentos en beneficio de los pacientes. Con su decisión, el ministro de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, cedió a las presiones del colectivo médico, en detrimento del enfermero, en opinión de los representantes de Enfermería. Como efecto indeseado, no sólo se sobrecargará de trabajo improductivo a los médicos y a los propios enfermeros, teniendo estos últimos que perseguir a los facultativos para que puedan indicar incluso los casos más banales. Así mismo, los enfermeros estarán al borde del intrusismo profesional, por solaparse parte de su actividad con la de los médicos. Un problema agravado por la resistencia que podrán ofrecer las compañías de seguros para que los enfermeros contraten pólizasde responsabilidad civil. Copletando el panorama la exigencia de que los enfermeros llamados a hacer indicaciones estén acreditados, siendo también preceptivo desde la entrada en vigor del real decreto ley, que existan guías actualizadas para actuar ante los posibles problemas sanitarios que se planteen.
El malestar en la profesión enfermera se ha visto agudizado porque la publicación del real decreto se ha producido sólo 3 días después de las últimas elecciones generales. Una decisión política destinada a evitar, según González Jurado, que se produjera una verdadera "sangría" de votos de los enfermeros en detrimento de las candidaturas del grupo político en el Gobierno, Partido Popular, al Congreso y el Senado. Por todo ello, la primera iniciativa a ejercer por los enfermeros será la huelga competencial, consistente en que los profesionales de la Enfermería no moverán un dedo, a efectos de fármacos y productos sanitarios, sin la prescripción directa de cada médico. Una medida que por sí misma podrá colapsar el funcionamiento normal del SNS, en paralelo con otras acciones judiciales, informativas y sindicales.
PIE DE FOTO: Reunión en el MSSSI (20 de octubre de 2015), entre Rubén Moreno, secretario general de Sanidad y Consumo; Alfonso Alonso (ministro de Sanidad); Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería; y Víctor Aznar, presidente del sindicato SATSE de Enfermería