En comparación con otras áreas laborales de alta formación académica, los perfiles sanitarios seguirán teniendo un alto índice de empleabilidad condicionada en España, según el Consejo Económico y Social (CES). Sin embargo, este órgano de la Administración del Estado estimó esta semana que se perderán puestos en los próximos años dentro de la Sanidad, fundamentalmente debido a los factores estructurales de la Economía y el sistema productivo españoles incapaces de dar una respuesta satisfactoria al problema del desempleo. Según el Informe 03|2015 de Competencias profesionales y Empleabilidad, en 2015 se contabilizaron 627.400 empleos ocupados por profesionales de la salud, cifra que, sin embargo podría descender en sólo 10 años por valor de 72.300 puestos. Ante ese descenso previsto hacia 2025, el CES no precisa los perfiles concretos que sufrirán esos mayores recortes en el empleo. No obstante, y a pesar de que ya se perdieron 7.100 puestos entre 2015 y 2014, lo cierto es que, entre 2015 y 2013, se dio un incremento positivo del empleo cifrado en el 3,5%.

En el plano docente, las carreras sanitarias siguen estando muy bien reconocidas, destacando Enfermería y Medicina, junto a otras ramas del saber, y contando siempre con una amplia oferta posgrado. En cuanto a la colocación de los recién graduados, el CES no aportó datos posteriores a 2014, momento en que se llegó al 71,4% de afiliación a la Seguridad Social de dichos posgraduados, lo que supuso un enorme crecimiento frente al 43,7% observado en el año 2011. Igualmente, el informe destaca el fuerte carácter vocacional de los estudiantes de Medicina, que ofrecen año tras año una de las tasas más bajas de abandono de los estudios. Siendo otro de los rasgos más característicos de las profesiones sanitarias su progresiva feminización, un fenómeno que se va incrementando en las primeras décadas del siglo XXI.

Como explicación a estas perspectivas poco estimulantes en lo laboral para las vocaciones sanitarias, el presidente del CES, Marcos Peña, estimó como razones principales los desajustes existentes entre la oferta de titulados y profesionales, por un lado, y la demanda real permitida por la situación económica de los españoles. Siendo uno de los problemas a destacar la sobrecualificación, que en España alcanza una proporción elevada a tenor de diversos indicadores y que está viniendo a coincidir con la bajada en la oferta de ciclos
de grado medio, en beneficio de la oferta de ciclos formativos de grado superior. Este rasgo distintivo va parejo al incremento de la oferta formativa privada en muchas Comunidades Autónomas, lo que lleva en algunos casos a una sobre oferta de profesionales sanitarios, con el paradigmático caso de los odontógos, cuya profesión está teniendo serios problemas al exceder con mucho cada año los titulados necesarios para cubrir la demanda social de dentistas.

Otro factor destacado en el informe presentado por Marcos Peña fue el carácter mayoritariamente público de la contratación de profesionales, cuyas estadísticas se ven afectadas por aspectos como la congelación de plazas o la existencia de vacantes no cubiertas, por criterios muchas veces ajenos a las leyes de la oferta y la demanda en el contexto socio-laboral.

PIE DE FOTO:    Marcos Peña, presidente del Consejo Económico y Social