Este viernes, el director del Hospital Universitario de Fuenlabrada, doctor Carlos Mur de Viu, dejó a un lado sus responsabilidades gerenciales para hacer un valoración, somera pero precisa, de las implicaciones económicas de la asistencia en Salud Mental en España. Desde su condición de médico especialista en Psiquiatría y doctor en Neurociencias, y teniendo en su haber también la coordinación científica de la Estrategia en Salud Mental del Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad para el SNS; Mur de Viu estimó que la salud mental de los españoles es manifiestamente mejorable desde hace unos años. Un deterioro que se está constatando por la incidencia y prevalencia de patologías importantes y por el ritmo con el que se están incrementando las consultas. Para el experto, es muy probable que la salud mental de los españoles haya empeorado respecto a periodos anteriores, debido al ritmo de vida que se lleva en la actualidad, donde es muy fácil verse afectado por la ansiedad y el estrés. Problemas que amplían el foco respecto a las patologías biológicas clásicas, fundamentalmente representadas por el Trastorno Bipolar, la Depresión Mayor y los cuadros de ansiedad severa. Sin embargo, el psiquiatra también afirmó, para compensar, que el estado de salud mental de los españoles es sensiblemente mejor que el de los otros ciudadanos de los países de nuestro entorno.

Incidió también el doctor Mur en los aspectos económicos de las enfermedades mentales. Para ello recordó los datos recogidos por el profesor Álvaro Hidalgo, catedrático del área de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Castilla la Mancha, en la revista Nature (2011). Según los cuales, la Unión Europea experimenta unas pérdidas anuales situadas en los 800.000 millones de euros, atribuibles a las patologías mentales. Concretamente, en términos de costes directos y de pérdida de calidad de vida en Europa, el coste derivado de las enfermedades mentales supera a los derivados del Cáncer, de la Diabetes y de las Enfermedades Cardiovasculares, sumados. En el caso español, los costes directos e indirectos de la Salud Mental se sitúan en el 3% del PIB. Como ejemplo de ello, citó Mur, la Esquizofrenia, patología mental grave que apenas afecta al 1% de la población española, y supone 1.100 millones de euros al año, con una con una prevalencia de 450.000 personas.

También se alineó el psiquiatra con la tendencia actual de pensamiento que observa en las sociedades avanzadas la medicalización de situaciones no patológicas, como duelos, malas dinámicas familiares o problemas de pareja, por ejemplo, en los que podría ser suficientemente eficaz la psicoterapia. En ese sentido, parece como si la vida actual empujara a buscar una salida fácil al sufrimiento, mediante el recurso de los antidepresivos, y ansiolíticos, olvidando que no hay tratamientos farmacológicos inocuos, y que todos tienen sus efectos secundarios.

En otros aspectos también importantes, en relación a la Salud Mental en España, Mur de Viu destacó la moderna neurocirugía altamente precisa para actuar sobre áreas del cerebro y su base, inaccesibles hasta hace poco tiempo. En cuanto a la institucionalización de pacientes, el psiquiatra recordó que la reforma de salud mental iniciada en los años 80 se dirige a reducir la mínimo posible las camas de media y larga estancia, salvo para ingresos en agudos; reservando dicha institucionalización a los estados mentales y sociales más graves, en aras de lograr su mejor rehabilitación. Sobre el inherente problema del estigma a la situación social de los enfermos, el psiquiatra lamentó que todavía exista una parte significativa de los profesionales sanitarios que lo estimulen. Así mismo, Mur citó las declaraciones institucionales contra esa lacra social. Finalmente, también se mostró confiado en poder adaptar el Proyecto NISE, desarrollado en Galicia, al resto de España.

PIE DE FOTO:  El doctor Carlos Mur de Viu, médico especialista en Psiquiatría y doctor en Neurociencias