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"Hemos conseguido reducir la mortalidad y las secuelas, pero la recuperación funcional completa todavía no ha llegado"

Inaugurado en 1965, el Institut Guttmann fue el primer hospital español especializado en  lesiones medulares, introduciendo en nuestro país las técnicas del Doctor Ludwing Guttmann. Los pacientes de este centro son atendidos desde una perspectiva integral, que comprende tanto los aspectos médico-quirúrgicos como los psicológicos y los sociales.

18/02/2016

Una adecuada actuación en la fase aguda de un accidente cerebrovascular, es decir, un rápido diagnóstico, es crucial a la hora de salvar al paciente y evitar las posibles secuelas. Pero, una vez estabilizado, el paciente comienza su rehabilitación específica en la que entran en juego diferentes especialistas como el ...

Una adecuada actuación en la fase aguda de un accidente cerebrovascular, es decir, un rápido diagnóstico, es crucial a la hora de salvar al paciente y evitar las posibles secuelas. Pero, una vez estabilizado, el paciente comienza su rehabilitación específica en la que entran en juego diferentes especialistas como el logopeda, el fisioterapeuta o el psicólogo. El Institut Guttman, como hospital de alta especialización, ofrece desde hace cincuenta años tratamiento médico-quirúrgico y la rehabilitación integral a personas con algún tipo de lesión neurológica en sus dos unidades clínicas: lesión medular y daño cerebral adquirido.

La doctora Rosa Terré es médico rehabilitador de la unidad de daño cerebral y coordinadora de disfagia de este centro ubicado en Badalona y coordinadora de disfagia de este centro ubicado en Badalona, desde donde se atiende a pacientes que han sufrido un ictus pero también algún tipo de traumatismo craneoencefálico, tumores u otras patologías como la Esclerosis.

El procedimiento asistencial de un recién llegado al Institut Guttmann consiste según nos comenta- “en adecuar el tratamiento específico a cada persona. Lo primero que hacemos es una valoración global y determinamos los déficits que tiene el paciente. Luego, orientamos el tratamiento para ir compensando y mejorando estos déficits con el objetivo de conseguir una mejora funcional. Una vez valorados cada uno de los problemas cognitivos, motores, de comunicación o deglución, tratamos de reeducarlos junto con las actividades de la vida diaria”. La hospitalización de un paciente con ictus suele durar entre dos o tres meses, después en algunos casos hay que añadir un periodo de tratamiento ambulatorio que puede ser de unos tres meses.

Es probable que una persona que ha sufrido un ictus vuelva a recaer. Con el fin de que esto no suceda, la doctora Rosa Terré considera indispensable controlar los factores de riesgo de cada persona. “Una vez hemos encontrado la causa del ictus, lo importante es controlar esos factores de riesgo con fármacos que nos permitan prevenir nuevos ictus”, señala. Sin embargo, a pesar de que en los últimos años se han dado pasos gigantes tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de esta enfermedad, a día de hoy, el ictus continúa dejando graves secuelas para el paciente que le impiden desenvolverse de manera normal en su vida diaria.

“El daño cerebral es muy limitante, afectando tanto físicamente como emocionalmente a la persona en sus actividades rutinarias y en su rol familiar, social y laboral”, destaca la coordinadora de la unidad de disfagia, quien apunta que el grado de discapacidad neurológica vendrá marcada por la localización de la lesión cerebral. Desde el Institut Guttmann ofrecen un programa de tratamiento personalizado y adaptado el tipo de lesión cerebral y medular, contando con un equipo multidisciplinar que trabaja de manera coordinada. (…)

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