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Atajar la "vía del erizo" se perfila como estrategia contra el carcinoma basocelular avanzado

Roche negocia la autorización comercial en España de una nueva terapia destinada a inhibir la vía del erizo, o Hedgehog (en inglés), mecanismo responsable del desarrollo de carcinomas basocelulares de piel, algunos de ellos muy agresivos y mortales en casos excepcionales.

08/03/2016

La exposición imprudente y prolongada al sol en regiones de gran insolación tiene como resultado una enfermedad poco prevalente, pero con efectos muy comprometedores para la calidad de vida del paciente y la supervivencia del individuo, si el problema no se detecta y corrige a tiempo. Es el melanoma, cuya ...

La exposición imprudente y prolongada al sol en regiones de gran insolación tiene como resultado una enfermedad poco prevalente, pero con efectos muy comprometedores para la calidad de vida del paciente y la supervivencia del individuo, si el problema no se detecta y corrige a tiempo. Es el melanoma, cuya investigación está liderando el desarrollo de nuevos tratamientos, empezando por la Inmuno-oncología. Sin embargo, hay otra enfermedad dermatológica mucho más frecuente mayoritariamente benigna, dentro de su malignidad en Dermatología. Es el carcinoma basocelular que recibe su nombre por desarrollarse en las células de la lámina basal de la piel. A pesar de tener crecimiento lento, su peligro radica en que ulcera el tejido y se puede infiltrar en las oquedades (cuencas de los ojos, nariz, oídos) de las partes más expuestas al sol: frente, cara, dorso de las manos. Generalmente no se desarrolla en las mucosas de la piel ni metastatiza, salvo en casos en los que se deja progresar la enfermedad durante demasiado tiempo y se convierte en carcinoma basocelular avanzado (CBC).

Dado que el tratamiento estándar del carcinoma basocelular es la Cirugía, el CBC había sido hasta el momento un área terapéutica deficientemente cubierta desde el ángulo de los fármacos. Consciente de esta laguna, la multinacional Roche desarrolló un tratamiento oral, Erivedge (vismodegib), que en 2013 vio como la Agencia Europea del Medicamento, EMA, autorizaba su comercialización. Sus cápsulas están indicadas para el tratamiento en adultos del carcinoma de células basales metastásico sintomático y el carcinoma de células basales localmente avanzado en pacientes no candidatos a cirugía o radioterapia. Se trata de una terapia dirigida. Este fármaco es un inhibidor de la vía de Hedgehog (erizo). Dicha vía controla el crecimiento de las células en los embriones y por lo general no está activa en las células de los tejidos de los adultos. Sin embargo, las mutaciones de Hedgehog asociadas al cáncer de células basales pueden activar la vía, lo que desencadena el crecimiento descontrolado de las células basales de la piel. Como la terapia dirigida que es, Erivedge discierne entre las céluas tumorales y las sanas, interfiriendo en las proteínas que activan la señal de Hedgehog.

Para conocer más detalles sobre esta enfermedad, que tiene una incidencia de 43.000 casos nuevos cada año y una prevalencia que se suele situar entre las 100 y 200 personas por cada 100.000 habitantes, Roche se reunió con los medios de comunicación especializados en salud este lunes, 7 de marzo. Al encuentro acudieron dos onco-dermatólogos, una psico-oncóloga y el responsable de Roche para Cáncer de Piel (melanoma y carcinoma basocelular avanzado).

El doctor Juan Parra, responsable médico de cáncer de piel (CBC/Melanoma) en Roche, se mostro esperanzado en que Erivedge (vismodegib) pueda estar finalmente disponible en España, tras 3 años de retraso respecto a la aprobación del mismo por parte de la EMA. Según su planteamiento, esta terapia dirigida puede ofrecer una respuesta terapéutica completa para el 33,3% de los pacientes, ofreciendo igualmente una respuesta parcial para el mismo porcentaje de pacientes. Actualmente, Roche está en proceso de negociación con la AEMPS para fijar las condiciones de autorización de comercialización del medicamento, confiando en que pueda ser financiado en España en un plazo no superior a los 4-9 meses.

A continuación, el doctor Pedro Redondo, coordinador  del Grupo Español de Dermatología Quirúrgica, Láser y Oncología Cutánea (GECIDOC) de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV), expresó la prevalencia de la patología informando que supera en número de casos a otros cánceres como el de mama o el de próstata. Así mismo, Redondo repasó las tipologías de la enfermedad, destacando el más frecuente (Nodular) y los más agresivos, como el Esclerodermiformeo el ulcus rodens (úlceras “roedoras”) que pueden destruir las facciones del paciente. Así mismo, este dermatólogo explicó que el carcinoma basocelular raramente genera metástasis (0,55%), pero cuando esto ocurre se pueden ver afectados los huesos, el pulmón o el hígado. En cuanto al tratamiento más estandarizado, el doctor Redondo citó la Cirugía, haciendo especial mención a la técnica micrografica de Mohs, que permite ir limpiando de tejido maligno las lesiones en un trabajo supervisado con microscopio, logrando cuando la lesión  se sitúa en los 10-15 mm menores índices de recurrencia que la cirugía convencional. Junto a estas técnicas, Redondo también citó la Radioterapia, la Crioterapia (quemadura mediante nitrógeno líquido y la Terapia fotodinámica, que permiten la destrucción selectiva de células cancerígenas, no estando indicada para las formas más agresivas de la enfermedad.

Completó la anterior exposición médica el doctor Javier Medina, miembro del Servicio de Oncología Médica del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, quien citó los estudios Steviey Skindex de seguridad farmacológica e impacto anímico de la patología en el paciente y su afectación en la calidad de vida del mismo. Precisamente en este aspecto, el doctor recalcó el bienestar del paciente en contraste con la supervivencia. A pesar de que este carcinoma puede ser mortal en muy raras ocasiones, muriendo generalmente el paciente debido a otras patologías, lo que resulta más importante es la calidad con la vive con su enfermedad.

Finalmente, la coordinadora de la unidad de Psico-Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid María Die Trill incidió en los aspectos psicológicos que conlleva el carcinoma basocelular avanzado cuando se destruye tejido de la cara del paciente, con úlceras muy antiestéticas y mal olor de las úlceras, de forma que la persona se aisla familiarmente, pudiendo desarrollar depresión, ansiedad y fobia social.

PIE DE FOTO:  Los doctores Javier Medina, oncólogo médico del Hospital Virgen de la Salud de Toledo; María Die Trill, coordinadora de Psico-Oncología en el Hospital Gregorio Marañón (Madrid); Juan Parra, responsable médico de Cáncer de Piel (CBC/Melanoma) de Roche; y Pedro Redondo, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) y coordinador del GECIDOC

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