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Informe CES: Andalucía destina un 50% menos que el País Vasco al gasto medio sanitario por habitante

El CES constata un aumento del gasto sanitario, aunque con grandes variaciones según comunidades autónomas.

02/09/2016

La Memoria socioeconómica y laboral del Consejo Económico y Social (CES) resalta que, según los datos del Ministerio de Sanidad, el pasado año se produjo una evolución positiva del gasto medio sanitario por habitante, con un aumentó un 1,82% de media en España hasta los 1.232 euros. No obstante, la ...

La Memoria socioeconómica y laboral del Consejo Económico y Social (CES) resalta que, según los datos del Ministerio de Sanidad, el pasado año se produjo una evolución positiva del gasto medio sanitario por habitante, con un aumentó un 1,82% de media en España hasta los 1.232 euros. No obstante, la Memoria también apunta que, según los datos de Eurostat, el gasto público en España implicó en 2014 una proporción equivalente al 6,1%, lo que la sitúa por debajo de la media de la Unión Europea. Con datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI), esta partida experimentó en 2013 un descenso del 3,8% con respecto a 2012.

Uno de los factores que más han contribuido a la reducción del gasto sanitario ha sido la implantación de las diversas medidas de eficiencia en el gasto farmacéutico, que, no obstante los últimos e importantes descensos anuales, volvió a incrementarse en 2015 como ha quedado reflejado en ese 1,82% de incremento del gasto medio por habitante.

Un año más, el CES hace hincapié en los ritmos distintos en la evolución del gasto sanitario por comunidades autónomas. Si se toma la información relativa a los presupuestos para la atención sanitaria pública que ofrece el Ministerio de Sanidad, se observa una evolución positiva del importe medio por habitante, que en 2015 se sitúa en esos 1.232 euros, un 1,82% más que en 2014 y con una previsión de incremento de 3,85% para el presente 2016. Este aumento marcaría una ruptura con el periodo de descenso que se registró en los años precedentes, que con mayor o menor intensidad supusieron una reducción de los recursos destinados a la protección de la salud en todas las comunidades autónomas. El País Vasco, Navarra y Asturias fueron las comunidades con presupuestos más generosos, en tanto que Andalucía, Valencia y La Rioja presupuestaron cantidades inferiores a la media nacional.

Los datos ponen de manifiesto la fuerte dispersión que existe en los presupuestos sanitarios regionales. Frente a los 1.584 euros que destinó el País Vasco por habitante el pasado año, Andalucía dedico 1.007 euros, un 50% menos. Por encima de los 1.232 euros de media se colocaron Asturias, Cantabria, Canarias, Castilla y León, Extremadura, País Vasco y Navarra. Por debajo, Andalucía, Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid, Murcia y La Rioja.

En lo concerniente al estado de salud, la Memoria del CES destaca que la publicación de la Encuesta Europea de Salud de 2015 ha permitido actualizar la información sobre este importante elemento de la calidad de vida, sobre los hábitos de vida que la determinan e incluso sobre el acceso a los servicios de asistencia sanitaria, constatándose la existencia de desigualdades en función de la categoría sociológica clase social. Ello es tanto más preocupante cuanto que el descenso de la renta media de los hogares durante la crisis esconde un aumento considerable del número de hogares con recursos escasos.

En términos generales y a pesar de la buena valoración subjetiva del estado de salud, seis de cada diez ciudadanos reconocen padecer algún problema crónico de salud y esa proporción aumenta con la edad. Pero la salud es muy dependiente del estatus socioeconómico, por lo que existen diferencias de no poca importancia entre las personas que viven en hogares sustentados por trabajadores más cualificados y las que viven en otros con menor cualificación. De la misma manera, la inaccesibilidad a algunos servicios de atención sanitaria, como es la bucodental, es muy diferente en los distintos estratos sociales por ser ofrecida básicamente por el circuito privado, de forma que en los hogares con sustentadores más cualificados la falta de asistencia  por motivos económicos apenas alcanza el 4 por 100, mientras que en los menos cualificados supera el 25 por 100.

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