Un total de 35 médicos especialistas en Geriatría de Guipúzcoa y Navarra debaten sobre el control de la anticoagulación y la posible reducción de los eventos trombóticos, especialmente los sangrados.
Un 8,5% de la población española mayor de 60 años padece fibrilación auricular (FA) y el 21% de estos pacientes está en riesgo de sufrir ictus. En el caso de pacientes de más de 80 años, la FA supone la causa directa del 23,5% de estos episodios. La anticoagulación oral ...
Un 8,5% de la población española mayor de 60 años padece fibrilación auricular (FA) y el 21% de estos pacientes está en riesgo de sufrir ictus. En el caso de pacientes de más de 80 años, la FA supone la causa directa del 23,5% de estos episodios. La anticoagulación oral crónica es el tratamiento recomendado para las personas que padecen esta arritmia cardíaca y prevenir, de este modo, las complicaciones tromboembólicas. No obstante, los pacientes no siempre están bien anticoagulados, debido a las limitaciones de los AVK, el tratamiento más utilizado en las últimas décadas.
Con el objetivo de debatir sobre el grado de control en los pacientes anticoagulados con los AVK, se ha celebrado recientemente en San Sebastián un encuentro de trabajo, organizado por la Fundación Matia con el apoyo de la alianza Bristol-Myers Squibb y Pfizer dirigido a clínicos especializados en anticoagulación y geriatras. En el mismo se han intercambiado datos sobre el estudio “Grado de control de la anticoagulación en pacientes geriátricos institucionalizados con fibrilación auricular no valvular permanente”, impulsado por el Instituto Gerontológico Matia. El objetivo principal de dicho estudio fue determinar el grado de control en pacientes institucionalizados anticoagulados con AVK y diagnosticados de FANV e identificar incidencias cardioembólicas y hemorrágicas.
Entre las principales conclusiones de la investigación, se ha subrayado la alta prevalencia de la FANV, un 21%, en la población geriátrica institucionalizada (que reside en centros geriátricos), estando anticoagulados sólo el 50% de ellos y principalmente con AVK. Del 50% de pacientes no anticoagulados, el 35% estaba antiagregado y el 15% restante sin tratamiento preventivo de eventos cardioembólicos. También se ha detectado la relevancia de la comorbilidad, factores de riesgo cardiovasculares y trastornos clínicos asociados que afectan a un 40% de la muestra; siendo la tasa de mortalidad del 29% en aquellos pacientes sin tratamiento antitrombótico.
Los promotores del estudio fueron el Dr Javier Álaba y el Dr Enrique Arriola. El Dr. Javier Álaba, principal ponente del encuentro, ha resaltado la importancia de desarrollar protocolos para controlar correctamente a los pacientes geriátricos institucionales con FA que están siendo anticoagulados. Así, ha destacado que “es necesario adecuar el tratamiento a la valoración geriátrica integral, con el objetivo de marcar adecuadamente los objetivos asistenciales. Para ello, deben controlarse periódicamente la frecuencia cardíaca, la función renal y el peso como parte fundamental para ofrecer tratamientos adecuados y adaptados a las necesidades concretas de cada uno de los pacientes”.
Las jornadas de presentación del estudio ponen de manifiesto la importancia de una correcta anticoagulación de los pacientes, especialmente aquellos con más riesgo debido a su edad avanzada. En este sentido, el Dr. Álaba ha alertado que “un alto porcentaje de los pacientes de la muestra están antiagregados, lo cual implica un mayor riesgo cardioembólico y de sangrado”. Así, ha explicado como el Tiempo de Rango Terapéutico (TRT), como indicador de grado de anticoagulación en los pacientes en tratamiento con AVK, es inferior al 50%, por lo que se encuentran en rango subóptimo.