Un estudio en 52 países indica que el riesgo se triplica y es independiente de otros factores de riesgo cardiovasculares.
La revista Circulation ha publicado los resultados del estudio INTERHEART, en el que ha sido evaluado el impacto del ejercicio y del enfado o la excitación emocional sobre la probabilidad de infarto agudo de miocardio (AMI). Se trata de uno de los mayores estudios de su clase, ya que ha ...
La revista Circulation ha publicado los resultados del estudio INTERHEART, en el que ha sido evaluado el impacto del ejercicio y del enfado o la excitación emocional sobre la probabilidad de infarto agudo de miocardio (AMI). Se trata de uno de los mayores estudios de su clase, ya que ha incluido más de 12.000 pacientes con una media de edad 58 años. Mientras que el riesgo de AMI fue 2.3 y 2.4 veces superior en situaciones de ejercicio intenso y de tensión emocional, respectivamente, la combinación de ambos factores lo triplicó.
El riesgo fue independiente de factores socio-demográficos como edad, tabaquismo o nivel de entrenamiento basal y de factores clínicos como presión arterial y los factores de riesgo cardiovascular clásicos. Los autores afirman que los hallazgos podrían ser explicados por una sobre-activación del sistema simpático y un incremento en la secreción de catecolaminas, las cuales ejercen un efecto vasoconstrictor y elevan tanto la presión sanguínea como la frecuencia cardíaca. También admiten que puede existir un sesgo en la percepción de la intensidad del ejercicio previo al AMI en los pacientes que lo han experimentado, lo que constituye una potencial limitación del estudio.