La crisis ha impactado de forma importante en la industria farmacéutica y ésta es muy sensible a entornos de estabilidad. Éste es uno de los mensajes que lanzó Jesús Acebillo en su primera comparecencia ante los periodistas como presidente de Farmaindustria, este jueves, en el entorno del tradicional seminario de formación de la Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación que se organiza cada año. Él y Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, abordaron la realidad y retos del sector farmacéutico en España y adelantaron el plan estratégico de Farmaindustria para los próximos años.

Acebillo señaló que, a nivel local, tienen fundadas esperanzas de que todo pueda funcionar, tras el “período interino” que ha vivido España con el Ejecutivo en funciones. “Finalmente, tenemos un Gobierno que intentará aplicar medidas en línea de la consolidación. La industria farmacéutica está comprometida para ejercer de tractor de la economía”, aseguró. Informó de que en los próximos cinco años se van a centrar en “cinco dimensiones estratégicas: innovación, empleo, transparencia, sostenibilidad y diálogo”.

A continuación, se paró en cada una de ellas. De innovación, Acebillo dijo que lo más importante que ha pasado en este siglo es que vivimos un renacimiento de la innovación farmacéutica. Por ejemplo, el genoma ha sido un elemento disruptivo. A su juicio, la investigación basada en la química tradicional ha quedado obsoleta. Así, la mayoría de los nuevos medicamentos tiene capacidad no de incidir en las enfermedades, sino de transformarlas. Es decir, “transformas cómo se gestiona esa enfermedad en los sistemas de Salud”. La transformación disruptiva que se está realizando hace que cambien los sistemas de gestión de Salud. Comunicó que se están recuperando los niveles de inversión. De hecho, indicó, el próximo año estaremos a niveles de 2010. Y recordó que la industria farmacéutica es “el principal sector innovador del país”.

Respecto a empleo y valor industrial, Acebillo hizo hincapié en que el sector está comprometido en ejercer de arrastre en la política de creación de empleo, sobre todo joven y cualificado. Lo tradujo en 40.000 empleos en el sector. “Lideramos como sector la productividad industrial, con cerca de 180.000 euros por empleado. Somos el quinto sector exportador, con 11.000 millones en el año pasado, 2.000 más que en 2010”, apuntó. Destacó que este sector “ha contribuido de forma importante a mejorar la balanza comercial”.

“Nuestro objetivo es promover relaciones transparentes con nuestros ‘stakeholders’ basadas en la calidad y en la transparencia”, sostuvo Acebillo en alusión a la transparencia. Declaró que, en 2001, la industria farmacéutica implementó su Código de Conducta. “En aquel momento, ni se hablaba de Responsabilidad Social Corporativa y ningún sector tenía un Código de Conducta y lo puso en marcha Farmaindustria. Tras 15 años, se ha demostrado que era un verdadero compromiso por la transparencia”, argumentó. La transparencia es una dimensión que van a tener muy presente en este período, porque lo demanda la sociedad: “La sociedad desconfía de nuestro sector, al igual que de otros, y necesita la transparencia”.

De sostenibilidad, prometió que seguirán contribuyendo en la medida de las posibilidades a la sostenibilidad del sistema. “Nuestro compromiso es seguir con el Protocolo para la sostenibilidad y eficiencia del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, expresó. Esto se traduce en resultados en Salud, porque se necesita “conocer con mayor detalle cuál es el coste para el SNS de cada paciente”. Lamentó que los sistemas de información están fragmentados, incluso dentro de las CC AA. En ese sentido, los hospitales tienen sus sistemas de información autónomos, Urgencias funcionan por otro lado, etcétera.

Sobre diálogo, explicó que es una “dimensión transversal” a todas las demás dimensiones estratégicas. “Implica seguir construyendo sobre un diálogo abierto con todos los stakeholders. En Farmaindustria, ha sido muy tradicional el diálogo. Continuaremos con el Plan de Adherencia, que lo presentamos en Barcelona el día 23 de noviembre, la próxima semana”, expuso. También abogó por el diálogo con los medios de comunicación, “que constituyen el canal más importante para informar a la sociedad y para que se explique la complejidad del sector y las limitaciones de su contexto”.

Arnés describió que el gasto farmacéutico público en los últimos cinco años en innovaciones ha registrado una evolución mucho más negativa que en gasto farmacéutico público total. El comportamiento de 2015 es que el mercado total de prescripción subió un 0,3%, de acuerdo con datos de IMS. El mercado de medicamentos genéricos creció un 6% mientras que el mercado de medicamentos no genéricos bajó un 1%. Hay una diferente evolución de ambos mercados. “Nos encontramos que las innovaciones pierden cuota de mercado, ganándolo los productos genéricos”, avisó. El diferencial entre el gasto de medicamento por persona en España y la media europea ha pasado de -8,8% en 2010 a -31,4% en 2014, cuando la media en la Eurozona de gasto por persona era de 325,7 euros y de 223,5 euros en España. Concluyó que el ritmo de crecimiento de gasto farmacéutico hospitalario en los próximos años crecerá en línea al PIB.

En el turno de preguntas, Acebillo pidió a la nueva ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, “estabilidady predictibilidad”. Está el compromiso del Gobierno actual por continuar la tendencia de la recuperación de la economía y la industria farmacéutica espera contribuir a ello. Para el presidente de Farmaindustria, “una cierta estabilidad macroeconómica ayuda muchísimo a las políticas de inversión”. Una pregunta fue sobre algunas críticas que ha recibido el Plan de Adherencia. Acebillo puntualizó que las respetan, pero que “son difíciles de entender por el problema que supone la falta de adherencia”. “El problema es difícil y común a  muchos países. Hemos hecho el esfuerzo de completar la iniciativa y ponerla en valor con todos los ‘stakeholders”, objetó. Farmaindustria espera que las administraciones públicas lo eleven al Consejo Interterritorial de Sanidad. “Creemos que es bueno para el SNS porque eleva los indicadores. No es un programa de Farmaindustria, sino un programa hecho por todos, por los profesionales sanitarios. No nos gustaría que ese plan no volase por el mero hecho del esfuerzo que ha hecho Farmaindustria para que esté en las agendas políticas”, reflexionó.