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Desarrollan un nuevo método para mujeres con baja estimulación ovárica

Han hallado la manera de regenerar los ovocitos haciendo uso de material genético que habitualmente se desecha.

25/11/2016

Un grupo de científicos estadounidenses ha desarrollado una nueva técnica que permite recuperar el material genético de los corpúsculos polares - células con material genético complementario al de los ovocitos que degeneran de forma natural sin que se utilicen para fines reproductivos – para poderlo transmitir a ovocitos de donante ...

Un grupo de científicos estadounidenses ha desarrollado una nueva técnica que permite recuperar el material genético de los corpúsculos polares - células con material genético complementario al de los ovocitos que degeneran de forma natural sin que se utilicen para fines reproductivos – para poderlo  transmitir a ovocitos de donante previamente enucleados y conseguir así el doble de ovocitos con el material genético de la madre.

Son muchas las personas que se enfrentan a diversos problemas a la hora de concebir. Por eso, la investigación en estos casos es determinante. Uno de los avances más recientes, ha sido el que han llevado a cabo varios investigadores de la Oregon Health & Science University y el Salk Institute for Biological Studies encabezado por los doctores Shoukhrat Mitalipov y Hong Ma. Combinando sus esfuerzos, han hallado la manera de regenerar los ovocitos haciendo uso de material genético que habitualmente se desecha.

Este ADN proviene de pequeñas células llamadas corpúsculos polares que se forman durante la gametogénesis junto con los óvulos y contienen el mismo material genético que el propio núcleo del mismo óvulo. Hasta ahora, nunca se había demostrado que los corpúsculos polares fueran potencialmente útiles para generar ovocitos funcionales para tratamientos de fertilidad. En el estudio, los científicos trasplantaron con éxito un corpúsculo polar del ovocito de la paciente en el citoplasma de un ovocito de una donante al que previamente se le había quitado su núcleo.

 Aunque según nos cuenta la doctora Montserrat Boada Palá, presidenta de ASEBIR, todavía queda mucho para que esta técnica se pueda llevar a cabo en clínicas de reproducción asistida. De momento se ha conseguido que los óvulos se fecunden y den lugar a un embrión evolutivo pero aún no se ha comprobado si este puede implantar y dar lugar al nacimiento de un niño vivo y sano.

Desde el punto de vista de los perfiles epigenómicos, “la calidad de las células embrionarias derivadas del cuerpo polar parece bastante prometedora", ha comentado uno de los científicos que han participado en el estudio, el doctor Joseph Ecker.

En el campo de la reproducción asistida, esta técnica podría aplicarse en pacientes que responden poco a la estimulación ovárica y que tienen pocos óvulos para inseminar. Sería válido para las bajas respondedoras jóvenes pero no l tanto para las de edad avanzada ya que con la edad aumenta el riesgo de aneuplidías – alteraciones en el número de cromosomas- y si sus ovocitos tienen un riesgo elevado de aneuploidías, aquellos que se obtengan a partir de sus corpúsculos polares, también lo tendrán.

Un aspecto importante destacar que con ello “se permitiría doblar el número de ovocitos del mismo linaje genético de la paciente sin incorporar el contenido genético nuclear de los ovocitos de la donante para su reproducción".

Por otro lado, esta técnica también se podría utilizar para evitar enfermedades genéticas de origen mitocondrial. Aquellas mujeres que saben que poseen algún tipo de mutación genética en sus mitocondrias y que éstas se podrían transmitir a sus hijos, también podrán verse beneficiadas en un futuro de este avance, ya que ese material ‘defectuoso’ quedaría eliminado.

Parte de este grupo de científicos ya había desarrollado previamente una terapia de reemplazo mitocondrial que implica la implantación del núcleo del óvulo del paciente en un óvulo donado sano despojado de su núcleo original. Cuando se fecundan con espermatozoides, los nuevos ovocitos se convierten en embriones viables, pero en la realización de este estudio, ninguno de los embriones se implantó para llevar a cabo un embarazo real. 

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