Un grupo de investigadores australianos han descubierto cambios evolutivos importantes en la regulación de la insulina del ornitorrinco y del equidna. Estos cambios son la base de los nuevos tratamientos para la diabetes tipo 2 en humanos.
Los resultados, publicados en la revista Nature, muestran que la misma hormona secretada en el intestino del ornitorrico para regular la glucemia, es producida también en su veneno. Esta hormona, el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), suele secretarse en los intestinos tanto de los humanos como de los animales y ...
Los resultados, publicados en la revista Nature, muestran que la misma hormona secretada en el intestino del ornitorrico para regular la glucemia, es producida también en su veneno. Esta hormona, el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), suele secretarse en los intestinos tanto de los humanos como de los animales y estimula la liberación de insulina a través de la concentración baja de glucosa en la sangre. No obstante, el GLP-1 suele degradarse en cuestión de minutos.
En las personas con diabetes 2, el corto estímulo provocado por el GLP-1 no es suficiente para mantener un equilibrio adecuado de glucemia. Por ello, se necesita un fármaco que, a largo plazo, solucione este problema.
“Nuestra investigación muestra que el ornitorrinco y el equidna han desarrollado cambios en la hormona GLP-1 para que sea resistente a la rápida degradación que observamos en los humanos”, añade el coautor Frank Grutzner.