El hallazgo acelerará la aplicación de este agente en la prevención de la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré.
El avance de la epidemia de Zika ha espoleado la investigación sobre el mecanismo de acción de C10, un anticuerpo humano originalmente dirigido al virus del Dengue pero que también presenta una elevada capacidad neutralizante frente al Zika. Utilizando la tecnología conocida como microscopía crioelectrónica, investigadores de las universidad de ...
El avance de la epidemia de Zika ha espoleado la investigación sobre el mecanismo de acción de C10, un anticuerpo humano originalmente dirigido al virus del Dengue pero que también presenta una elevada capacidad neutralizante frente al Zika. Utilizando la tecnología conocida como microscopía crioelectrónica, investigadores de las universidad de Duke y de Carolina del Norte han podido visualizar la interacción entre C10 y el virus bajo diferentes condiciones de acidez que mimetizan los diversos entornos en los que el virus transita desde que se une a la superficie celular hasta que entra en el compartimento endosomal.
Los experimentos demostraron que C10 se une a la proteína principal de la cápside del virus, independientemente del pH, y la inmoviliza. Esto resulta en que la proteína pierda la capacidad de cambiar su estructura, paso necesario para completar con éxito el proceso de fusión con el endosoma de la célula atacada. Sin fusión el ADN del virus no puede alcanzar el interior de la célula, por lo que la infección queda abortada en su inicio.
La definición de las bases estructurales de la neutralización consolida a C10 como un buen candidato para el desarrollo de una terapia eficaz contra el Zika, concluye Lok Shee-Mei, directora del estudio.
Foto: Victor Kostyuchenko, Duke-NUS Medical School