Un estudio a largo plazo confirma el efecto cardioprotector y el beneficio circulatorio de estos ácidos grasos.
La revista Atherosclerosis ha publicado los resultados de un estudio según el cual, las personas en riesgo de sufrir una enfermedad cadiocirculatoria pueden beneficiarse de la suplementación alimentaria a largo plazo con ácidos grasos poli-insaturados omega-3. Esta conclusión surge después de que investigadores de diversos centros en Alemania y Austria ...
La revista Atherosclerosis ha publicado los resultados de un estudio según el cual, las personas en riesgo de sufrir una enfermedad cadiocirculatoria pueden beneficiarse de la suplementación alimentaria a largo plazo con ácidos grasos poli-insaturados omega-3. Esta conclusión surge después de que investigadores de diversos centros en Alemania y Austria analizaran las concentraciones de los dos principales omega-3, el docosahexanoico (DHA) y el eicosapentanoico (EPA), en los eritrocitos de más de 3200 pacientes pertenecientes a la cohorte LURIC (Ludwigshafen Risk and Cardiovascular Health Study).
Los pacientes, que habían sido sometidos a angiografía coronaria por sospecha de enfermedad cardiovascular, fueron monitorizados a lo largo de casi 10 años, constatándose que elevadas concentraciones de EPA, DHA o de ambos se asociaron a menor probabilidad de muerte cardiovascular o por cualquier causa. La asociación fue independiente de la presencia de factores de riesgo tradicionales.
En el caso del ácido alfa-linoleico (ALA), otro tipo de omega-3, el beneficio estuvo circunscrito a las mujeres, observación explicable por su mayor capacidad de transformar el ALA en EPA.