IM MÉDICO #21
GINECOLOGÍA Y FERTILIDAD im MÉDICO | 21 28 De izq. a dcha. Dr. Jordi Cassadó y Dr. Antoni Pessarrodona Foto: Nebridi Aróztegui/Diari de Terrassa que la episiotomía no debe ser universal ni debe desaparecer, simplementedebehacerseunuso restrictivodeella. “Nodebemos malinterpretar el término restrictivo, que no quiere decir no hacer episiotomías, sino hacer las necesarias para evitar complicaciones enel postparto, yaseandesgarros enel esfínter anal ocualquier otra complicación”, aclara Pessarrodona. En España, lejos de abusar en el número de episiotomías que se practican, vamos por detrás de otros países. “El año pasado en nuestroserviciohicimosunaauditoría internaynosdimos cuentade que hacemosmenos de las que deberíamos hacer”, señala. Y lo jus- tifica refiriéndose a que en el parto intervienenmuchos factores quenos llevana jugar conparámetros queno son científicos, sino que están basados en creencias, “enmantras que son aceptados”. El parto natural o el parto no intervenido, por ejemplo, serían conceptos de este tipo que tienen que ver más con creencias que con evidencias científicas según este doctor, que insiste en que “hay muchos mitos alrededor del parto, pero nosotros lo que intentamos es demostrar las cosas objetivamente”. El valor de la pericia profesional Preguntados acerca de cómo se tiene que determinar, entonces, cuándo hacer una episiotomía, Jordi Cassadó apunta a la pericia del profesional de la salud en cada caso. En este sentido, señala que lo interesante de los últimos años es que haya aparecido el concepto de la episiotomía restrictiva para significar que no hay quehacerla siempre, sinoúnicamente cuando se sospechaqueva ahaber undesgarro importanteo algúnotroproblema. “Paraello el profesional tiene que estar muy bien formado. De hecho, existen talleres para aprender modos de protección y para saber decidir cuándo hacer la episiotomía y cuándo no es necesaria”, dice Cassa- dó. Según su experiencia, cuando se ha aplicado este concepto de “restrictiva” en profesionales bien formados, la incidencia de lesiones en el suelo de la pelvis es menor. En el campo de la ginecología, uno de los grandes retos de los últimos años segúnCassadóes precisamente el conocimientode la existencia del suelo pélvico a nivel general y en especial por parte de lasmujeres. “El suelopélvicoes unaestructuraque se tiene durante toda la vida, por lo que evidentemente hay que cuidarla, y no sólo enunmomentodemáximo estrés como es el parto”, afirma. Sostiene también que es responsabilidad de los profesionales sanitarios trabajar en la toma de conciencia de esta estructura y en el conocimiento de sus potenciales lesiones. Si hasta hace unos años la patología relacionada con el suelo pélvico –sobre todo la incontinencia de orina- parecía inherente a la mujer y estaba normalizada entre la población femenina e incluso entre profesionalesmédicos, hoy día la situación ha variado y cada vez sonmás lasmujeres quenoquieren tener esteproblema. “Afortu- nadamentehayunaseriedeposibilidadesterapéuticasypreventivas que hay que tener en cuenta, como es la de trabajar el suelo de la pelvispara fortalecer sumusculatura ”, indica este ginecólogo, para quien hacerlo bien consiste en trabajarlo durante toda la vida. Prevención primaria Además de la incontinencia de orina, hay otras dos patologías relacionadas con el suelo pélvico que limitan la vida de las pa- cientes, la incontinencia fecal y el prolapso de las estructuras pélvicas. Este último sucede cuando a través de la vagina asoma la vejiga urinaria, el útero o el recto, estando directamente liga- do al embarazo y parto. “La mayoría de estas lesiones no se manifiestan inmediatamente después del parto. Sin embargo, a lo largo de los años sí pueden ir dando la cara ”. De ahí que la prevención primaria sea una “Hacer uso restric- tivo de las episio- tomías signi ca practicar las nece- sarias para evitar complicaciones en el postparto”
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